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“El Gobierno actuó de forma torpe y apresurada”

21 diciembre de 2016

Entrevista a Oscar Romero, Diputado del Bloque Justicialista

Luego de participar de la reunión con los diferentes bloque y funcionarios del Gobierno, el jefe del Bloque Justicialista y dirigente del gremio SMATA, Oscar Romero, dialogó con El Economista sobre el escenario que se abre con el nuevo proyecto de Ganancias, y un balance de lo que fueron estas últimas semanas de negociación entre la oposición, los gobernadores, la CGT, y el Ejecutivo Nacional.

¿Cómo fue la reunión con los funcionarios y los jefes de bloque?

Fue una charla netamente informativa, vinieron a informar el acuerdo al que llegaron. Se hicieron algunos planteos pero lo que respondieron es que la negociación ya estaba cerrada. Hay varios temas que preocupan, que estaban en el tronco de nuestro proyecto. Por ejemplo la actualización, que arrancará en 2018, y la veo con preocupación por las paritarias que vamos a tener a principio del próximo año.

¿Cuáles son los principales cambios?

Cuándo mandó el proyecto el Gobierno se incluían en Ganancias 800.000 trabajadores. La visión del Gobierno era, más contribuyentes, menos carga. Nuestro planteo era al revés. Menos contribuyentes y que paguen los que más ganan. Ahora cambió, quedarán afuera entre 400.000 o un poco más de trabajadores, pero el problema es, de esos trabajadores, cuántos van a entrar el año próximo.

¿Qué balance hace de todo lo que sucedió con Ganancias?

En una discusión no te podes llevar todo, en SMATA me enseñaron que uno logra lo posible. Pedís ochenta para después arreglar veinte. Primero nos dijeron que Ganancias se iba a tratar con el Presupuesto y no lo hicieron. Terminaban las sesiones ordinarias, y no venía. Ahí nos reunimos con distintos bloques y salimos pidiendo una sesión especial. Baja el ministro de Hacienda (Alfonso Prat-Gay), Rogelio Frigerio (Ministro de Interior), baja Emilio Monzó (presidente de la Cámara de Diputados) y nos proponen un llamado a extraordinarias concretamente con el temario de este tributo. Así fue y cumplieron. Después empezó el trabajo de comisión, como no teníamos los números nos unificamos trece bloques, con posturas totalmente diferentes. Pudimos consensuar, prevaleció el proyecto opositor y luego el Gobierno empezó a trabajar, operó sobre los gobernadores y pasa lo que ocurrió en el Senado. Después nuestra postura fue, acuerden primero con el movimiento obrero.

¿Existen algunas molestias entre los sindicatos por cómo se resolvió la negociación?

La CGT son movimientos obreros que representan a un sólo sector, no a la totalidad de los trabajadores. Es la realidad del movimiento obrero. Hay una CGT, que está dividida en tres secretarios generales, ahí se institucionalizó la división de la central obrera. Segundo, la diferencia entre los diferentes sectores, unos que fueron a discutir y otros que plantearon una medida de fuerza. El Gobierno tendría que haber abierto más el abanico.

¿Va a acompañar?

Habrá que juntarnos con los compañeros del bloque, charlar y consensuar. Pero primero hay que ver que vota el Senado. No quiero encontrarme sorpresas.

¿Dentro de lo que negoció la CGT, está cercano a su reclamo?

Creo que quedó a mitad de camino de lo que habíamos avanzado, esa es la realidad. Teníamos un mínimo no imponible más alto y otros aspectos. Pero me pongo en el lugar de un dirigente sindical y vuelvo a lo anterior, uno discute lo que puede en una negociación, negociación que era a contrarreloj, donde tenes una frazada corta y además juegan otros actores.

¿Cómo evalúa los idas y vueltas del Gobierno?

Lo que más me llamó la atención es la metodología inicial que tuvieron con este proyecto, que no es lo que se vio en la cámara durante el año. El Gobierno arrancó con un proyecto mezquino y creíamos que iba a haber una actitud de diálogo. Esto que pasó hoy lo celebramos, pero debería haber ocurrido antes. Fueron quince días en vilo, sacudiéndonos de los dos lados. Pasamos de un veto presidencial, desde la irracionalidad de la oposición, desde los números exagerados que se hablaban, fueron gestiones innecesarias. Con estos ánimos, la forma en la que negoció fue torpe y apresurada, con un grado de impericia muy fuerte, como dijo Miguel Pichetto (jefe del bloque PJ-FpV).

¿Cómo evalúa la gestión de Pichetto con respecto a este tema?

Imaginate lo que debe ser manejar un bloque con todos los gobernadores que tenes. Hizo el esfuerzo máximo de respaldar nuestro proyecto, después ocurrió lo que ocurrió en la comisión. Después apareció su muñeca para exigir el tratamiento con preferencia y ponerle un plazo a este tema. Y eso fue lo que decidió para que el Gobierno tenga una postura más flexible. No se si será el mejor proyecto pero llegamos a fin de año con una situación complicada pero con una ley de Ganancias.

¿Cree que el escenario puede estar abierto?

Tengo muy en claro que una cosa es el debate en comisión, el dictamen, y otra la que pueda ocurrir en el recinto. Además es un partido de dos tiempos, primero toca el Senado y después Diputados, y acá hay que ver la actitud de algunos bloques.

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