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El 2º semestre, con el IPC más bajo en 8 años

26 diciembre de 2016

por Mariano Cúparo Ortíz

Cerrando diciembre, el BCRA publicó un balance de la gestión que viene realizando la nueva directiva, desde que Federico Sturzenegger se hizo cargo de la presidencia de la institución. El balance, que reseña todas las medidas tomadas por la entidad en el transcurso del año, tiene tres ejes: la política monetaria y cambiaria; el avance hacia el desarrollo y la profundización del sistema financiero local y la generalización de la bancarización e inclusión financiera y de medios de pago.

Política monetaria y cambiaria. Tal como sostiene el documento publicado por el BCRA, el objetivo final que persigue la nueva gestión es alcanzar la estabilidad monetaria definitiva de la economía local, con el fin de lograr una baja sistemática y sostenible de la persistente inflación.

Semejante objetivo pareció dejar a un lado otras de las misiones del BCRA, según su Carta Orgánica: la promoción del empleo y el desarrollo social con equidad. ¿El BCRA debe bajar la tasa para fomentar el crédito, y de esa forma el empleo, o debe dejarla alta para impulsar desinflación?

En la puerta de entrada de Reconquista 266 un cartel reza (tal como el artículo 3 de la Carta Orgánica): “El BCRA tiene por finalidad promover la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social”. Antes de la modificación de la Carta Orgánica de 2012 la recepción al edificio rezaba: “Es misión del BCRA preservar el valor de la moneda”.

Para Sturzenegger no hay contradicción ya que para que el crecimiento económico y la creación de empleos sea sostenible es preciso lograr una economía estable y desinflada. Además, considera a la inflación como el impuesto más regresivo y, superarla, permitiría lograr también la meta del desarrollo social con equidad. En esa dirección operan medidas como la adopción de metas de inflación, con la adopción de la tasa de interés como principal herramienta y de la mano del relanzamiento del REM como referencia del IPC esperado.

Al respecto, uno de los logros destacados por el informe es que este fue el segundo semestre con inflación promedio (1,5%) más baja de los últimos ocho años. También es cierto que esa inflación es similar a la que recibió el Gobierno al asumir (aunque con precios más liberados) y que aún se esperan nuevas correcciones tarifarias. Es decir, la inflación “sigue siendo un tema”.

Otro logro señalado por el BCRA es que se logró lo que Sturzenegger considera como el fin del pass-through, es decir, el impacto del dólar en la formación de precios. Tras las depreciaciones luego del Brexit y el triunfo de Donald Trump, el dólar subió (ayudando a amortiguar el shock externo) y la inflación no subió por demás.

Desarrollo del sistema financiero. Un punto que el BCRA ve como clave para el desarrollo económico con equidad social es que la mayor cantidad de personas acceda al mercado financiero, y allí considera clave ofrecer tasas positivas y gran accesibilidad. En ese sentido, durante el año implementó medidas de fomento de la competencia entre instituciones financieras y aplicó nuevos instrumentos pensados para el largo plazo, como las UVIs y UVAs. Por el camino de incrementar los depósitos, se busca promover el crédito. Este punto lleva al tercer punto.

Bancarización, inclusión financiera y medios de pago. En 2016, el BCRA avanzó en la gratuidad de las cajas de ahorro, las tarjetas y las transferencias, se flexibilizó la apertura de cuentas vía Internet y se facilitó el depósito electrónico de cheques. “Los beneficios para la ciudadanía son la igualdad en el acceso y uso de los servicios financieros. La agilidad, seguridad, y gratuidad en los pagos y cobros”, sostiene el informe.

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