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“Argentina se debe una reforma tributaria en serio”

13 diciembre de 2016

"Si lo que se pretende es avanzar hacia una sociedad más inclusiva e igualitaria, los salarios más bajos no deberían pagar cargas sociales y los salarios medios y altos deberían estar alcanzados por Ganancias, aunque con alícuotas marginales mucho más razonables”, escribió ayer Miguel Kiguel en su informe semanal. “Argentina se debe una reforma tributaria en serio”, amplío el director de Econviews. Eso implica, lógicamente, ir mucho más allá de Ganancias.

Sin embargo, el economista reconoce que el Impuesto a las Ganancias tiene muchas inequidades y debe ser reformado. “La más notable quizás es que la gran mayoría de quienes tributan pagan la mayor alícuota (35%), si bien sólo alcanza al 10% de los trabajadores formales (unos 1,8 millones sobre 18 millones), aquellos privilegiados con mayores salarios y que están formalizados”, dice Kiguel. Como las escalas y el piso se actualizaron por debajo de la inflación en los últimos años, la incidencia sobre el PIB se duplicó en los últimos años.

En América Latina, la recaudación por ganancias a personas físicas sobre el PIB es relativamente similar (en torno a 3%), aunque el impuesto alcanza a mucho más trabajadores (el doble, en promedio) pero con una alícuota media inferior (la mitad). “Así, el Mínimo No Imponible (MNI) vigente actualmente en Argentina es el más alto de la región y de los más altos del mundo”, dice Kiguel.

Pero poner todo el foco sobre el MNI, argumenta, es un error. “El principal defecto del impuesto son las escalas y alícuotas que hacen que muy rápidamente se llegue a pagar la mayor alícuota. Hoy, la diferencia salarial entre la menor (9%) y mayor alícuota (35%) es de apenas $10.000 mensuales”, dice. “Esa es la mayor fuente de inequidad del impuesto”, concluye.

Una mirada integral

Luego, explica porque “el sistema tributario argentino es sumamente inequitativo y contribuye a consolidar la pobreza”. En los países de la OCDE, cuya presión tributaria total es similar a Argentina, la recaudación a PIB de Ganancias (llamado allí impuesto a los ingresos o income-tax) es tres veces mayor y, en promedio, alcanza a alrededor del 40% de los trabajadores. Allí los impuestos directos al patrimonio representan la mitad de la recaudación total.

“No obstante, en Argentina (y la región) es exactamente al revés. Los impuestos más relevantes son los indirectos, que no gravan a las personas, sino lo que consumen, y no diferencian según sus ingresos. El sistema tributario argentino es claramente regresivo. Apenas un quinto de la recaudación viene de Ganancias”, calcula Kiguel.

En criollo. “Son los pobres y los segmentos medios bajos con sus impuestos al consumo, las cargas sociales y el impuesto inflacionario los que financian al Estado. En Argentina más de la mitad de los trabajadores cobran menos de $12.000, muy lejos del mínimo a partir del cual se paga el impuesto, pero deben pagar cargas sociales hasta por el 50% de su salario”, dice Kiguel y explica que por eso la informalidad es tan alta.

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