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Agua Negra demandará US$ 1.500 millones

01 diciembre de 2016

El viejo anhelo de la interconexión bioceánica está dando pasos firmes hacia su concreción en el sur del continente. El proyecto de construcción del túnel trasandino Agua Negra en la provincia de San Juan será un componente central del corredor bioceánico de 2.472 kilómetros que conectará los océanos Pacífico y Atlántico por vía terrestre. El túnel contribuirá así a unir Porto Alegre en Brasil, con el puerto de Coquimbo en Chile, pasando por el centro de la Agentina y cruzando la Cordillera de los Andes a la altura de San Juan por el proyectadopaso de Agua Negra.

Durante una disertación en el Centro Argentino de Ingenieros en la Ciudad de Buenos Aires, el ministro de Planificación e Infraestructura de la provincia de San Juan, Julio César Ortiz Andino, señaló que el 8 de febrero próximo comenzará el proceso licitatorio para la participación de los consorcios interesados en esta megaobra, que demandará una inversión de US$ 1.500 millones y empleará unas 5.000 personas. El proyecto, que cuenta con financiamiento del Banco Interamercano de Desarrollo (BID), comenzará la etapa de construcción en 2018 y se espera que esté finalizada en nueve años.

“La excavación del túnel trasandino se efectuará de manera tradicional, mediante explosivos y dará empleo entre 4.000 y 5.000 personas. Tenemos mano de obra de sobra proveniente de la minería, tanto en San Juan como en Chile”, apuntó Ortiz Andino a la agencia Télam. Se descartó el método de tunelera debido a los costos. El proyecto consta de dos túneles viales paralelos bidireccionales de 14 kilómetros de largo y un tercer túnel que servirá como galería de ventilación. Toda la obra será construida a una altura de entre 3.750 y 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Beneficios

Entre las principales ventajas que traerá el túnel, el funcionario destacó que “estará abierto todo el año”, pese a las inclemencias climáticas de la zona cordillerana en época invernal. Por otra parte, la megaobra “permitirá un ahorro de tres horas de tiempo” para el transporte de cargas y de personas. Esto se dará, además, en el contexto de un proceso de “integración regional, la mejora de las economías regionales, el aumento del flujo logístico y el desarrollo de la cadena productiva”.

Este será uno de los trece pasos cordilleranos en el marco de los procesos de integración física regional, en una zona que aglutina a 20 millones de habitantes y exporta por US$8.000 millones anuales. Ortiz Andino señaló que, en función del futuro túnel, en la provincia de San Juan se construyó la ruta nacional 150 que requirió una inversión de US$ 333 millones, en un área de alta sinuosidad, escaso ancho de calzada, camino de cornisa y la presencia de hielos semipermanentes, lo cual da la pauta de las dificultades de trabajar en esa zona.

Por otra parte, la economía internacional perfila un potencial crecimiento en la zona, a partir de la posibilidad de sacar la producción nacional por el Pacífico. “En este nuevo contexto internacional, Europa no será el principal comprador de nuestra producción y se prevé que para el año 2020 habrá una fuerte demanda proveniente de China y la región del Asia-Pacífico”, que podrá ser canalizada a través del corredor bioceánico, apuntó Ortiz Andino.

En este sentido, recordó que Chile tiene vigentes veinte Tratados de Libre Comercio con 55 países, que le permiten el intercambio sin aranceles o con precios muy convenientes, sin embargo, el ministro sanjuanino afirmó que “Chile busca complementariedad en su economía”. Respecto de Brasil, otro de los participantes de este corredor bioceánico pronosticó que “seguramente en la próxima década se convertirá en potencial mundial”, algo que hoy suena un poco lejano.

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