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A no esperar cambios de política económica

28 diciembre de 2016

por Mariano Cúparo Ortíz

Ante el cambio de ministros de Hacienda reina la cautela. Esperar y ver hasta que las acciones comiencen a desarrollarse porque “en la cancha es donde se ven los pingos”, como dijo alguno en la city.

Aunque en general la ilusión de los más ortodoxos es la de que el cambio implique un reconocimiento oficial de que es necesario más ajuste fiscal. Y entonces la expectativa es que el nuevo ministro, Nicolás Dujovne, llegue al Ministerio para realizarlo. Para los más heterodoxos, en cambio, el terror es que efectivamente Dujovne llegue para ajustar.

Cambio de figuras

Para otros el cambio no responde a un viraje de política económica sino una simple modificación de figuritas que deja el poder de decisión en la Jefatura de Gabinete y en el presidente, Mauricio Macri. En el último Flash Report de Econviews, Miguel Kiguel sostuvo que si bien es cierto que el perfil de Dujovne es más ortodoxo que el de Alfonso Prat-Gay, las verdaderas razones del cambio responden a diferencias de personalidad entre ambos.

Es decir que, si bien el perfil ortodoxo de Dujovne permitiría generar una mayor confianza en los mercados respecto al interés del Gobierno en achicar el déficit fiscal, es en realidad su espíritu de jugar en equipo y su buena relación con el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, lo que primó en su designación.

Núcleo intacto

En esa sintonía, el director de FyEConsult, Hernán Hirsch, afirmó en un informe que, si bien cambiaron los ministros, “el núcleo de poder y decisión queda intacto dentro del Gobierno, con el trío Peña, Quintana y Lopetegui” como protagonistas. Para Hirsch eso redunda en una mayor concentración del poder en el trío (y en Macri), pero una “menor capacidad de coordinación, con una mayor descentralización en las decisiones de ingresos, gasto y financiamiento”. Con todo, para Hirsch el cambio tampoco significa un cambio de política

Ahí aparece una clave que repiten muchos analistas: la configuración de equipo del Gabinete. Al respecto, Kiguel dice: “Si bien las razones de la despedida de Prat-Gay no están claras, en primer lugar parece deberse al poco poder que se le otorgó, a no poder tener voz en los aumentos de precios regulados y a que le hayan quitado la Secretaría de Comercio. En segundo lugar a que Macri hizo explícito que debía reportar a Quintana y Lopetegui, lo que pudo haberle herido el ego. Además, a que no parece querer jugar tanto en equipo y, por último, aunque tal vez no sea lo más importante, a que Macri parece cada vez más preocupado por lo fiscal mientras que Prat-Gay no expresó tanta voluntad de ajustar”.

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