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Se empezó a mover el “bono mágico” del blanqueo

21 noviembre de 2016

por Leandro Gabin

El blanqueo anda muy bien. El bono ya se empezó a mover. Pero daremos las cifras cuando termine cada plazo. El 22 de este mes informaremos lo que pasó con el depósito en efectivo en los bancos que superará los niveles dijimos antes (US$ 4.600 millones). Y a inicios de enero daremos el resultado del bono que viene muy bien también”. Así comentaba un alta fuente del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas con respecto a cómo sigue caminando el plan de sinceramiento fiscal.

Según sinceró, incluso, la mayoría de los que ingresen al blanqueo lo hará al final de diciembre. De hecho, calculan que así, por la suba del tipo de cambio que habrá, licuarán el impuesto especial. Sucede que en la medida que el tipo de cambio se aleje del valor estipulado por la AFIP para el 22 de julio (en $14,81) se reduce el costo del impuesto efectivo. Por ejemplo, el que declara una cuenta de US$ 1.000.000 tiene que pagar US$ 100.000 por el impuesto especial. Pasado a pesos al tipo de cambio que pactó la AFIP, paga $1.481.000. Pero como el dólar vino subiendo y ahora cotiza en torno a $ 15,70, con esos dólares vendiéndolos en el mercado se hace de $1.570.000.

Esto significa que se estaría ahorrando casi $90.000 por cada millón de dólares que declara. Así, el impuesto que es del 10% baja a 9,5%. Pero en el mercado financiero e incluso en el Gobierno creen que el dólar podría seguir subiendo, con lo cual se espera que el impuesto especial se licue hasta el 8,5% a fin de año.

Pero lo novedoso que comentan en Hacienda es que el “bono mágico” a siete años empezó a moverse para quienes declaran un parte de sus tenencias en negro. Comprando el bono se salvan de pagar el impuesto pero tienen que tener el dinero inmovilizado por cuatro años. Tiene, además, un cupón muy bajo del 1% anual. Pero la gracia de este título es que blanquea por tres. Por ejemplo, el ahorrista que utiliza US$ 200.000 para suscribir este título del Gobierno estaría sincerando por US$ 600.000. Esto hace que, en el caso de diversificar su cartera a blanquear, puede disponer de más capital para utilizarlo libremente pagando el 10% (o lo que resulte al momento de hacerlo). Pero, como todo, el bono tiene su contra.

Un informe de la consultora Delphos Investment decía lo siguiente con respecto al bono mágico: “Aumenta el riesgo al reducir la capacidad de reacción ante fluctuaciones de mercado, y minimiza la posibilidad de cambiar opciones de inversión en búsqueda de mejores rendimientos”. Y, además, Delphos alerta por algo que quizás pocos ven. “Al tratarse de un instrumento impulsado por la administración actual pero cuyo vencimiento probablemente suceda con otro presidente en funciones, el pago del mismo está sujeto a un riesgo único, sobre todo dada la naturaleza del bono: ante una eventual cesación de pagos, es posible esperar que un bono al que suscribieron evasores, sea unos de los primeros instrumentos en ser perjudicados”.

De todas formas, en el Gobierno están confiados en el resultado final del sinceramiento. Si bien las estimaciones oficiales siguen inamovibles, ahora se cree que podrían llegar a ingresar entre US$ 60.000 millones y US$ 80.000 millones. Para la Secretaría de Finanzas a cargo de Luis Caputo, no es un tema menor. Saben que el año que viene habrá que salir al mercado a refinanciar deuda. Y si bien repiten que las condiciones para la Argentina no cambiaron demasiado por el “efecto Trump” (“los rendimientos a largo plazo pasaron de 6% a 6,8%”, dicen) tendrán que estar atentos. Podría ser un buen año para el mercado de capitales si hay efecto derrame y las cuentas públicas tienen un respiro por un aumento de la recaudación vía el blanqueo. Todavía hay tiempo y habrá que esperar hasta diciembre, y más aún marzo, para ver el desenlace final.

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