Los números del Indec revelaron recientemente una reducción del desempleo del 0,8%: se pasó del 9,3% del segundo trimestre de 2016 al 8,5% del tercero. Si bien algunos analistas celebraron la baja y señalaron que puede tratarse de un nuevo brote verde ?llamativo en un contexto recesivo? otros insistieron en no se evidencia un cambio estadísticamente significativo y que será necesario poner en marcha la economía para consolidar la tendencia.
El último informe del Indec, elaborado en base a los datos recolectados por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), expone los principales indicadores laborales en base a una población total de 27,2 millones de encuestados, pertenecientes a 31 aglomerados urbanos. Con los riesgos que implica, extendido los resultados a la población total del país, se advierte que hay 1,7 millones de desempleados. Respecto del segundo trimestre el desempleo bajó porque más gente consiguió trabajo: la tasa de ocupación se ubicó en 42,1% (+0,4% respecto del trimestre anterior) y la tasa de actividad se mantuvo inalterada en 46,0%.
Opiniones
Para el economista Miguel Kiguel, director de Econviews, la caída de la tasa de desempleo fue una “sorpresa en medio de la recesión”. “Ojalá sea un brote verde que no se seque”, dijo, en referencia a otros indicadores recientes ?como el de la actividad en la construcción?, que luego de evidenciar una mejora volvieron a retraerse.
En el mismo sentido, Federico Muñoz, director de la consultora homónima, se refirió a las novedades “auspiciosas” sobre la marcha del mercado laboral, e hizo una salvedad: “Hay que tener en cuenta que, según el Ministerio de Trabajo, la tasa de suspensiones trepó fuerte al 1% del total de ocupados. Por ende, si no llega rápido la reactivación, hay riesgo cierto de un repunte de la desocupación”.
Por otro lado, el sociólogo Daniel Schteingardt consideró que la magnitud del descenso del desempleo se relativiza si se considera el error muestral inherente a la medición. “En el segundo trimestre, según Indec, el desempleo fue del 9,3% +- 0,6%. Esto quiere decir que, con 90% de confianza, el desempleo en Argentina estuvo en algún punto entre el 8,7% y el 9,9%, siendo el 9,3% el punto medio de tal intervalo. Ahora, en el tercer trimestre, el desempleo fue del 8,5% +- 0,5%, lo que significa que con 90% de confianza, podemos decir que el desempleo estuvo en algún punto entre 8% y 9%. Como los intervalos se tocan, entonces los cambios en el desempleo no son estadísticamente significativos”.
A esto, agregó la comparación con los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que registra a todos los empleados formales del país. “Los datos de SIPA muestran para el mismo período una suba del empleo del 0,3% del empleo formal, en lugar del 1,2% de EPH para el empleo total ?señaló Schteingardt?. La única chance de que el empleo total haya crecido 1,2%, es que el empleo informal haya crecido 3,1%, cifra muy poco probable en un contexto recesivo como el actual”.
Sobre este último punto, desde Cifra, el centro de investigación y formación de la CTA, señalaron que “es de esperar que en un contexto de destrucción de puestos de trabajo en el sector privado registrado, se haya producido una contracción aun mayor entre los asalariados no registrados”, dado que este sector suele presentar “una mayor volatilidad ante modificaciones en el nivel de actividad económica”.
