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Los emergentes están listos para una suba de tasas

02 noviembre de 2016

A la hora de analizar el impacto que tiene sobre los distintos países la suba de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal, los emergentes encabezan la lista de los perjudicados.

Eso es consecuencia de que la suba de tasas hace que sean más atractivas las colocaciones en dólares y haya menos capitales disponibles ?y consecuentemente más caros? para el mundo emergente.

La suba de tasas hace subir al dólar contra el resto de las monedas y afecta las cotizaciones de las materias primas que se mueven en sentido contrario. La suba del dólar es una mala noticia para aquellos países en los cuales las commodities constituyen el núcleo de sus exportaciones.

Sin embargo, hay motivos para moderar las reocupaciones que surgen a partir de un escenario con tasas más altas.

En primer lugar porque no habrá movimientos bruscos ni sorpresivos. De la probable suba de tasas en diciembre se viene hablando desde hace varios meses y se espera que haya sólo dos alzas en 2017. Todas serían de un cuarto de punto por lo cual a fines del año que viene la tasa no estará siquiera un punto por encima de la actual. De todas maneras, no se puede obviar que antes de la reunión de la Fed prevista para mediados de diciembre habrá una elección presidencial.

Pero por otro lado, los países en vías desarrollo están en una situación mucho mejor que la de hace un año y por lo tanto tienen más margen para enfrentar una situación algo menos favorable. En América Latina los países están mejorando su posición de reservas y el año próximo Brasil y Argentina volverán a crecer luego de la contracción de este año. Además, China mantiene un buen nivel de crecimiento entre 6,5% y 7% lo cual asegura una buena demanda para los bienes primarios. A lo largo de este año, el nivel de actividad en el mundo emergente creció y terminará en un nivel superior al de 2015, terminando así con un ciclo descendente que comenzó a mediados de 2013.

Según el FMI los países emergentes van a crecer 4,2% este año y representarán el 45% del comercio global. Por ese motivo, sus activos seguirán siendo demandados porque tendrán un mejor desempeño económico que los países desarrollados.

La situación no sólo es más sólida en América Latina sino también en Asia que aportará el 58% del crecimiento global.

Los mercados ansiosos

Ayer se conoció una encuesta de ABC/Washington Post que lo da ganador a Donald Trump por 1 punto. Fue suficiente para poner ansiosos a los mercados financieros. El SP 500 bajó 3,6% desde el 8 de agosto, día desde el cual empezaron a correr los tres meses previos a las elecciones. La fecha no es caprichosa porque el comportamiento del mercado bursátil en los tres meses anteriores a las elecciones casi siempre anticipó el resultado a lo largo de la Historia. Desde 1984, la correlación fue perfecta, porque cuando la Bolsa subió, ganó el oficialismo y cuando bajó, se impuso la oposición.

Teniendo en cuenta esos antecedentes, el mercado bursátil no está ayudando a Hillary y en la medida en que aparezcan encuestas que muestren que la elección está reñida, la incertidumbre en los mercados crecerá y consecuentemente las cotizaciones caerán y estarán más en línea con las que en el pasado anticiparon el triunfo del candidato del partido que no está en el gobierno.

Todo favorece a Hillary para la elección de la semana que viene pero hasta tanto eso se confirme la ansiedad dominará a los mercados. Porque aunque el triunfo de Trump es improbable, de ocurrir, produciría una fuerte conmoción financiera.

La Fed y el FBI

Hoy termina la reunión de la Reserva Federal y se descuenta que no habrá una suba de tasas. Antes que cualquier consideración económica, hay una de naturaleza política y es que dentro de una semana habrá elecciones presidenciales. En estas instancias, la Fed trata de pasar desapercibida para que no se le atribuyan consecuencias lectorales a sus decisiones. Más que nunca en esta oportunidad dado que en Washington dicen con ironía que con el FBI ya es suficiente y que no hace falta, involucrar también a la Fed en la campaña electoral. Janet Yellen no tiene que seguir los pasos de James Comey.

Además, durante la campaña Donald Trump sostuvo que Yellen obedecía las órdenes de Hillary Clinton y que no estaba haciendo bien su trabajo. Son episodios de la que ha sido la peor campaña presidencial que se recuerde. Por suerte, falta poco para que termine. Los dichos de Trump sobre las mujeres y las investigaciones del FBI sobre los mails de Hillary sus colaboradores han sido los ejes de la campaña en las últimas semanas. Pocas veces se discutió tan poco sobre políticas públicas y tanto sobre las personas.

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