La falta de brotes verdes también se siente en las exportaciones, un motor que el Gobierno también buscó encender (sin éxito por ahora). La devaluación y las facilidades para exportar que implementó no surtieron efecto y las exportaciones cayeron 6,3% en octubre y acumulan una caída de 2,1% en el 2016.
Las importaciones cayeron 2,1% y se retrajeron 8,2% en el acumulado anual. Parece que no hubo una apertura indiscriminada, como sugirieron varios, sino una recesión muy fuerte.
Un dato negativo adicional es que volvió el déficit comercial, aunque fue leve: apenas US$ 114 M. El balance sigue siendo positivo y el superávit comercial del 2016 es de US$ 1.952 M.
El análisis
“La caída de las exportaciones se reflejó en casi todos los rubros, aunque se explica principalmente por una contracción de 11,1% (14,2% en cantidades) de las manufacturas de origen agropecuario, en especial, los derivados de la soja en el contexto de una cosecha más débil que el año pasado. En cambio, el derivado de la soja que continúa mostrando buenos resultados es el biodiésel, que acumula US$ 1.009 millones de exportaciones en el año, más del doble que durante el mismo período de 2015”, apuntan desde ABECEB.
Además, destacan que por segundo mes consecutivo las exportaciones de manufacturas de origen industrial (MOI), en cantidades exportadas, se incrementaron en términos interanuales, aunque marginalmente. En forma similar, las exportaciones de material de transporte hacia Brasil, vinculadas con la industria automotriz, cayeron tan solo 0,8% en octubre, en comparación con una caída acumulada en el año cercana al 28%. “Aunque el dato de octubre no es suficiente para anticipar una recuperación del complejo automotriz en el corto plazo, es una nueva señal positiva”, agregan.
Las ventas hacia los dos principales socios caen con fuerza: a Brasil (-16,6%) y a China (-15,5%). Sin embargo, “las exportaciones a otros destinos menos tradicionales vienen creciendo fuertemente: ASEAN (+17,6%), Corea (+41,3), India (+20,8%), Magreb y Egipto (+30,6%) y NAFTA (+15,5%)”.
En el otro lado del mostrador, la caída importadora en octubre se explica principalmente por el retroceso de 17% en la importación de bienes intermedios. La contracción en esta categoría fue compensada parcialmente por aumentos en la importación de bienes de capital (+8,1%), combustibles y lubricantes (+20,2%) y bienes de consumo (+7,8%). Por el contrario, destaca ABECEB, se destaca el aumento de 61% en la importación de equipos de transporte industriales, categoría que acumula un aumento de 22% entre enero y octubre de 2016.
La caída importadora acumulada del 2016 se explica principalmente por la caída en el precio de los combustibles y la contracción en la industria que repercutió en una menor demanda de bienes intermedios y piezas y accesorios para bienes de capital.
Hay dólares
El dato del saldo comercial, pese al déficit de octubre, es positivo si se considera que, hasta octubre de 2015, había un rojo de US$ 1.143 M. Además, LCG hace un interesante cálculo. “Descontando el sector energético, el saldo comercial habría acumulado US$ 5.000 M en los primeros diez meses de 2016”, dicen. Un número nada malo.
“Para 2016 estimamos un descenso moderado de las exportaciones (-2%): mayores volúmenes del agro serán contrarrestados por menores precios e impacto negativo de crisis brasileña. Caída en la actividad local y menores precios internacionales impulsarán a la baja las importaciones (-7% interanual). El saldo será de US$ 2.000 M”, complementan en LCG.
