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El resultado final sería mayor a los US$ 80.000 millones

23 noviembre de 2016

por Leandro Gabin

El Gobierno informó ayer que hasta el momento ingresaron US$ 21.863 millones al plan de sinceramiento fiscal, logrando de esta manera igualar la meta oficial (muy modesta por cierto) que se había impuesto el Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, a cargo de Alfonso Prat-Gay. Para el Ejecutivo es un triunfo en medio de los nubarrones que empezaron a azotar a la economía mundial por el triunfo electoral de Donald Trump y la siempre incierta decisión de los contribuyentes argentinos de empezar a tener en orden su relación con el Fisco.

“Nunca creíamos que el tema en EE.UU. iba a pegar en el blanqueo. Esto excede a un Gobierno o una elección presidencial. Es un cambio a nivel global que se está dando en todo el mundo y que hacía más difícil esconder dinero no declarado”, decía la semana pasada una fuente del equipo de Prat- Gay en una charla privada.

De hecho, también se reveló que el plan de intercambio de información con EE.UU. no se había caído a pesar del cambio de signo político que ocurrió en ese país, y que para marzo está pautado que una delegación argentina viaje para seguir trabajando. EE.UU. no está en el acuerdo de información de la OCDE y sólo hace acuerdos bilaterales. Por eso era importante para la Argentina que se haga uno con el país predilecto de los evasores locales.

Pero más allá de esto, que los números hasta el momento le sonrían al Gobierno hace crecer la expectativa de que al final el sinceramiento fiscal será un éxito. Los guarismos que se siguen manejando en el sector privado hablan de que el blanqueo total en marzo superará los US$ 80.000 millones y podría estar más cerca de US$ 100.000 millones. En esa línea está el estudio Lisicki, Litvin y Asociados (que asesora al Gobierno en el blanqueo) o el de Litwak & Partners, quienes hablan en torno a los US$ 100.000 millones como resultado final.

Un poco más abajo están las estimaciones de Allaria Ledesma, por ejemplo. La casa de Bolsa que dirige el presidente del BYMA, Ernesto Allaria, cree que el resultado final estará en torno a los US$ 80.000 millones. Bancos de la city están en línea con esos números y hablan de entre US$ 60.000 millones y US$ 80.000 millones. El siempre optimista HSBC es el que lidera el ranking de los más auspiciosos con el blanqueo.

Lo lógico sería que el blanqueo, después del número oficial que difundió ayer el Gobierno, termine muy por encima de lo que decían incluso off the record los funcionarios del Gobierno (hablaban de US$ 40.000 millones exteriorizados). De ahora en más lo que resta es esperar para que cierre a fines de diciembre la suscripción del bono a 7 años que permite evitar la multa del 10%, y el resto de los plazos y activos que están vigentes hasta marzo del año próximo cuando cierra oficialmente la medida fiscal.

Por lo pronto, en el Gobierno se entusiasman con el doble mensaje. Por un lado, que los argentinos se volcaran a sincerar sus patrimonios no declarados demuestra “confianza en la gestión de Mauricio Macri”. Es indudable que el oficialismo utilizará el blanqueo como una bandera política de cara a las elecciones del año próximo.

Hacia afuera, también mostrarán el mismo slogan. Temían al principio de la medida que se estuvieran jugando credibilidad en el exterior si los números no eran tan altos. “Pedir plata prestada afuera cuando los mismos argentinos no traen la suya es una mala carta de presentación”, decía un funcionario del círculo íntimo de Prat-Gay hace unos meses cuando se lanzó el blanqueo. Ese riesgo parece ya hoy disipado completamente.

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