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El objetivo de 17% para el 2017 parece cada vez más difícil

14 noviembre de 2016

La inflación de octubre, tanto para el Indec como para la CABA, fue superior a la prevista, aunque ciertamente se esperaba una suba con respecto a los meses previos por el impacto de las boletas de gas, que empezó a regir el 1° del mes pasado. Especialmente elevada fue la inflación “núcleo”, que excluye las variaciones de los componentes estacionales y los regulados. Es, digamos, una pauta de la inflación real (aunque la que afecta el bolsillo es la general). Recordemos: la “núcleo” fue 1,8% para el Indec y 2% para la Ciudad.

Primer dato: la inflación resiste o, como dice Matías Carugati de Management & Fit, “da pelea”. Según Aldo Pignanelli, “la inflación de noviembre viene mal y diciembre será peor” mientras que para Jorge Todesca, director del Indec, “todavía estamos en un escenario de alta inflación”. Menos que en el primer semestre, es cierto, pero sigue siendo “un tema”.

El segundo dato es que las expectativas de los expertos, según el REM del BCRA, no ceden y ven una inflación de 19,7% para 2017. Por cierto, es un guarismo sustancialmente mejor que el de 2016, que no bajará de 40%. Pero resulta evidente que está costando desactivar la inercia. Tampoco cree en esa cifra el FMI, y la proyecta en 20,5% para 2017. No sólo eso: el organismo multilateral acaba de proyectar que recién perforará el 10% en?2021. En concreto, así la ve: 20,5% en 2017; 17,5% en 2018; 13% en 2019; 10,3% en 2020 y 9,4% en 2021. El BCRA busca el 5% en 2019. “La meta de 17% va a ser difícil de lograr porque será un año electoral, la inflación promedió el 2% en la última década y en 2016 llegará casi a 40%”, sostiene Econviews en su último informe mensual.

El tercer dato es que el dólar se está moviendo una vez más y subió 30 centavos la semana pasada. Eso puede tener un impacto en los precios, como siempre ocurre, si se sostiene y/o se profundiza la depreciación del peso. Aunque, en rigor, no está claro que así sea porque están entrando dólares por el blanqueo y el carry-trade. Asimismo, no puede descartarse que se eleve la inflación internacional, que también impacte aquí en Argentina. ¿Se frenará nuevamente la baja de tasas?

Un cuarto dato es que si la economía empieza a andar, eso suele ser un factor inflacionario y que puede complicar la desinflación, sobre todo si no acompaña la oferta.

Un quinto dato es el déficit fiscal, que sigue siendo elevado y, aún si cae la asistencia del BCRA para el Tesoro, le quita potencia a la desinflación.

Por último, y para muchos “la” clave, son las paritarias del 2017 porque la inflación tiende a asemejarse a ellas, y a lo que ocurre con el dólar. “Para 2017, estimamos una inflación de 25-30% y, sobre eso, queremos 10 puntos más perdidos este año”, dijo Roberto Baradel (SUTEBA) hace unos días. Es un clásico sindical “ir por todo” y luego recular, y seguramente así sea, pero parece que no ser fácil acercarlas a 18-20%, indispensable para que la inflación de 2017 no supere la meta del BCRA.

Así las cosas, suben las probabilidades de que el Gobierno llegue a las elecciones con una inflación apenas por abajo de la que tuvo el kirchnerismo. Aunque, es cierto, con el dólar liberado, y las tarifas más altas.

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