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El Gobierno versus Roberto Lavagna y el debate 2017

17 noviembre de 2016

Roberto Lavagna es un hombre respetado y con peso en el debate económico vernáculo, y eso volvió a ser demostrado en los últimos días: sus declaraciones críticas e intencionadamente dañinas generaron una contestación en bloque de los principales referentes del Gobierno. Todos hicieron cola para pegarle.

Repasemos. El lunes, Lavagna había emparentado al modelo macrista con las dos décadas con peor prensa en el imaginario popular (y eso que hemos tenido malas?): los '70 y lo '90. “No consigue dar resultados en términos de desarrollo económico”, dijo. “No creo que sean adecuadas, para un programa de desarrollo a mediano plazo, políticas con tasa de interés muy alta, con un dólar fijo, planchado, que le quita competitividad al país, con una tendencia a la baja en la masa de los salarios y con alto endeudamiento”, amplió y dijo que “no hay brotes verdes”.

El vocero oficial más crítico fue Alfonso Prat-Gay, quien tiene una mala relación con Lavagna desde la época en que el primero lideraba el BCRA y, el segundo, el Ministerio de Economía. Cerca de Prat- Gay sostienen que ni siquiera fue consultado por Lavagna, pese a su experiencia, a la hora de preparar el canje con los acreedores. “Me sorprende su visión. No lo imaginaba haciendo la misma comparación que Hebe de Bonafini diciendo que el Gobierno de Macri es la dictadura”, dijo Prat-Gay. Además, defendió la política cambiaria: “Tenemos un régimen de flotación cambiaria, que nos permite amortiguar los movimientos del exterior”, había dicho antes Marcos Peña, jefe de Gabinete. “Cuando vemos que hace un año había múltiples tipos de cambio, cepo cambiario, miedo a que estallara la Argentina si salíamos del cepo, hoy estamos mucho mejor que antes”, agregó, y dijo que es muy pronto para mostrar resultados dada la herencia recibida el 10 de diciembre de 2015.

Otras voces

En una línea similar se ubicó el ministro de Interior, Rogelio Frigerio y también Federico Sturzenegger que, como banquero central, fue más cuidadoso en las formas. “Me parece que no cree que estamos haciendo algo distinto, que no estamos usando el dólar como ancla”, dijo.

El discurso de Lavagna, más allá del debate técnico sobre la cuestión cambiaria, puede ser un anticipo del discurso económico opositor en 2017 y, sobre todo, del Frene Renovador que, con Sergio Massa a la cabeza, lidera las encuestas en la provincia de Buenos Aires. Harán hincapié en un modelo que no “derrama” en el empleo el salario o la economía real, y que sólo beneficia a los mercados o los inversores por la emisión de deuda o los pedales financieros. Hay que ver qué pasa con la pobreza, también. ¿Podrá mostrar el Gobierno algún descenso en 2017 desde el 32,2% actual? Mientras, mostrarán, más en el terreno político, que son una oposición constructiva y amigable.

Es un discurso clásico y recurrente por estas pampas, que puede llegar a adherir en el gran público si los “brotes verdes” no llegan y la inflación no baja sustancialmente. Por ahora, la economía no pega la vuelta (y el empleo sigue estancado) y la inflación, si bien ha bajado con respecto a los primeros meses de 2016, sigue elevada y en niveles similares a los del kirchnerismo (aunque con dólar liberado y tarifas más racionales). Eso explica el interés del Gobierno por reactivar.

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