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El BCRA pone en juego su punto de vista

29 noviembre de 2016

Como todos los martes, hoy el BCRA definirá su tasa de interés de política monetaria y en esa decisión están puestos los ojos y los análisis de algunas cuestiones no tan referidas a las cuestiones del día a día. La dicotomía reactivación de la actividad versus desinflación, refleja algunas de las cuestiones que más discusiones apasionadas se están generando en los últimos meses: las posibles inconsistencias en la política económica hacia dentro del Gobierno, la independencia del BCRA y las prioridades que cada analista considera que se deben priorizar. A todo esto se refiere un reciente informe de Economía & Regiones.

Inconsistencias

Ya de por sí las altas tasas de interés en términos reales que viene propiciando el BCRA con la finalidad de disciplinar las expectativas inflacionarias del mercado generan críticas por la poca colaboración que brinda para reactivar la economía. Pero también las generan las recientes bajas que viene realizando en las últimas semanas sin que se hayan visto modificaciones claras en las tasas de inflación ni en las expectativas. Para muchos todo esto es visto como inconsistencia y afecta a la credibilidad.

Para Economía & Regiones las recientes bajas de la tasa de interés fueron realizadas sin que estén dadas las condiciones básicas necesarias. “El BCRA debería bajar la tasa de referencia sólo si la inflación mensual bajara a 1,5% y las expectativas de inflación anual se aproximaran a 17% (meta 2017), lo cual no está sucediendo”, explica el reciente informe. Para eso cita el aumento de las expectativas relevadas por la UTDT desde el 20% de IPC para los próximos doce meses hacia uno de 25%, la resistencia a la baja de las relevadas por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el BCRA y los niveles promedios observados entre julio y octubre para los IPC del Indec, la Ciudad y el Congreso que están por encima del 1,5% pautado por el Gobierno para el último trimestre.

A partir de esos datos, afirma con dureza: “La baja de tasa estaría respondiendo a la ansiedad del sector político del Gobierno que, sin resultados en materia de actividad, presiona al BCRA para que deje de ocuparse solamente de la inflación y se empiece a preocupar por el nivel de actividad, bajando la tasa de interés para estimular el consumo y la demanda agregada”.

Sin el pan y sin la torta

Esta política, según Economía & Regiones, dejará a la economía “sin el pan y sin la torta, porque la economía no se reactivará, pero el proceso de desinflación se terminará abortando. Es que la falta de crecimiento no es un problema de tasa de interés elevada, sino consecuencia de una equivocada política fiscal. Por otro lado, la baja de tasa primero abortará la reducción de expectativas de inflación y de inflación observada y más tarde terminará probablemente alimentando una suba de ambas”.

De esa forma, a partir de afirmar que la recesión es por un exceso de presión fiscal que retrae a la inversión, el informe desestima el potencial de reactivación de la baja de tasas y destaca el potencial negativo en términos de desinflación, lo que llevaría al fracaso en ambos frentes. Esto porque, según sostiene, una política monetaria activista en términos de impulsar la actividad despierta el riesgo “de más inflación, lo cual termina castigando el nivel de actividad y el empleo”.

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