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Declaró Cristina y denunció persecusión

01 noviembre de 2016

La expresidenta Cristina Fernández denunció ayer que sufre una “persecución política” e intentos de “proscripción” de parte del gobierno de Mauricio Macri para “tapar el desastre económico y social” del país, al que tildó como una “asociación ilícita terrorista” porque infunde “terror” con las facturas de servicios públicos y los precios. Fue durante y después de la declaración indagatoria, sin respuestas a preguntas, ante el juez Julián Ercolini en los tribunales de Comodoro Py en la causa en la que le atribuyen preferencias en la adjudicación de obra pública en beneficio del empresario Lázaro Báez. Allí estuvo acompañada de militantes de organizaciones kirchneristas (varios miles de manifestantes) quienes le brindaron su apoyo y un enorme operativo policial que la propia exmandataria se encargó de criticar.

Durante su exposición en tribunales, la ex jefa de Estado buscó despegarse de Báez. “No soy amiga ni su socia comercial”, dijo y agregó que “es un disparate mayúsculo pretender que una asociación ilícita la conforman un Poder Ejecutivo integrado de manera legal”. Además, calificó de ridícula la lista de imputados en la causa y reclamó que fuera auditada toda la obra pública desde 2003 hasta la actualidad y que se pusiera atención en un contratista en especial: Angelo Calcaterra, el primo hermano del presidente Mauricio Macri. “Resulta casi ridículo que se investiguen sobreprecios en una sola empresa, en un solo distrito, con una sola empresa cuando hubo 24 mil empresas que realizaron obras públicas durante mi gestión”, señaló.

Reclamo

“Es un disparate mayúsculo. Estamos pidiendo la nulidad”, dijo la exmandataria al confirmar que durante su presentación ante el magistrado, pidió la realización de “una auditoría general” de las obras públicas y planteó la invalidación de su indagatoria. “Es una maniobra formidable de persecución política y hostigamiento mediático. Como hicieron con Lula (Da Silva en Brasil). Es una maniobra a nivel regional. Acá, en el país, es para tapar el desastre económico y social que hoy tiene la Argentina”, sostuvo. Para Cristina, que se había expresado en términos similares durante la audiencia, el gobierno de Mauricio Macri “busca tapar el Sol con la mano y tratan de esconder lo que es un verdadero desastre”. “Si nosotros éramos una asociación ilícita, este gobierno es una asociación ilícita terrorista, que impone el terror a la gente cuando va al supermercado o cuando le llega la factura de luz o gas”, aseveró.

Cristina ingresó a las 10 al edificio que alberga los tribunales de Retiro por una de las puertas laterales, la más cercana a la sede del Correo Argentino, donde la esperaban su abogado Carlos Beraldi y el ex juez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni. Cerca de las 13 salió de Comodoro Py por la misma puerta que había ingresado, subió al automovil en el que había llegado y se dirigió hacia el Correo Argentino, donde miles de militantes y un grupo de periodistas la esperaban para escucharla. Allí se dieron tumultos y denuncias de agresiones, como la que hiciera la diputada nacional Juliana Di Tullio.

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