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Autos: la clave es bajar costos y abrir nuevos mercados

04 noviembre de 2016

Para el mercado automotriz se va cerrando un año, con bemoles, mejores noticias que en 2015 en cuanto a ventas y patentamientos en base a un mercado interno que está reaccionando a las promociones y ofertas, que se combina con una profunda caída en la producción, impactada especialmente por la débil demanda de Brasil.

Según el último relevamiento de la Asociación de Concesionarios Automotores de la República Argentina (Acara), en octubre se patentaron 61.816 vehículos, 3,9% más que el mismo mes del año anterior, y en el acumulado de los primeros diez meses del año la cifra llega a 60.644 unidades, “que consolida una suba del 8,2% en la comparación contra el acumulado del año pasado en el que se habían patentado 561.465 vehículos hasta esa fecha”, destaca el informe.

Las previsiones para lo que resta del año son igualmente alentadoras. Hace pocos días Dante Alvarez, presidente de Acara señaló que “a esta altura del año ya podemos hablar de una tendencia de crecimiento que se muestra consolidada” y pronosticó que “con estos niveles de patentamientos creemos que finalizaremos el año en torno a las 700.000 unidades”.

Distinta es la coyuntura que atraviesan las terminales automotrices y el sector autopartista, que ve cómo se traduce en números concretos la recesión en Brasil y la menor demanda de autos en ese mercado. En el pico de la demanda, hasta el año 2012 se llegaron a vender en Brasil 3,6 millones de vehículos, desde entonces la demanda empezó a caer y este año se espera llegar a 1,9 millones de unidades patentadas, con una capacidad de producción de cuatro millones de vehículos.

En el caso de la industria argentina, este punto es relevante por cuanto casi uno de cada tres vehículos fabricados en el país tienen como destino las concesionarias brasileñas. El último informe de la Asociación de Fábricas de Automotores de la República Argentina (Adefa) revela que en el período enero octubre la producción llegó a 385.727 unidades, con un mes de octubre que terminó con 37.832 unidades, 11,2% menos que el año anterior.

Del total del año 110.281 se exportaron a Brasil. Así el 73,7% de los vehículos exportados se vendieron a ese país. Completan el ranking, muy atrás, México con el 8,4% y Chile con el 3,2%. En los primeros diez meses de 2015 se exportaron a Brasil 53.503 vehículos más que este año.

Mirada experta

En diálogo con El Economista, Luis Ureta Sáenz Peña, presidente de PSA Peugeot Citroën Argentina S.A. y flamante titular de Adefa, pronosticó que “este año la producción va a estar más del 20% por debajo del año anterior”. El impacto de la recesión en Brasil es la causa principal, pero el panorama está lejos de despejarse. Para el ejecutivo “en 2017 Brasil tampoco va a comprar más autos que este año, para eso hay que hablar de un plazo de cinco años para llegar a cifras que sean representativas”. Sin embargo, dice que después de tres años “vemos que se tocó un piso”. En cuanto a las ventas prevé que se superarán las 700.000 unidades y el año próximo algo por encima de esa cifra.

Consultado sobre el acuerdo automotriz con Brasil, el titular de Adefa valoró el acuerdo alcanzado en junio, sin embargo, aclaró que “quizás podríamos haber sido un poquito más ambiciosos en cuanto al famoso flex”. Hasta mediados de este año estaba fijado en un cupo de importación de US$ 1,5 por cada dólar exportado por nuestro país. En el acuerdo vigente hasta 2020 se establece un coeficiente de desvío de las exportaciones (flex) de no más de 1,5 enambos sentidos, pero si se cumplen una serie de condiciones, a partir de 1° de julio de 2019 puede llevarse el flex a 1,7.

Ureta Sáenz Peña también se refirió a las ventajas que ofrece la nueva ley de Autopartes ? que aún falta reglamentar? y señaló que en ese sentido “el Gobierno tiene que salir con la valijita al exterior” y “traer al país empresas del mundo autopartista, más pequeñas que las multinacionales que se van a Brasil”. Conocedor del sector como pocos, asegura que “no tenemos las piezas suficientes fabricadas localmente, no se hacen cinturones de seguridad, ni airbags, ni frenos tampoco”.

El ejecutivo afirma que la industria automotriz tiene costos elevados, no sólo salariales sino también insumos, servicios e impuestos muy altos. “El 58,4% del precio de un vehículo es la suma de impuestos de toda la cadena, sin tener en cuenta impuestos internos”, explica.

Al respecto, el ejecutivo asegura que reduciendo costos locales y siendo más competitivos, “tenemos la posibilidad de nuevos mercados que no sean Brasil o Europa, se puede llegar a mercados de Africa que tienen demanda, hay volúmenes interesantes y aranceles de 14 o 15%, que tenemos que negociar”. Algunas plazas interesantes son Marruecos y Argelia, o India, en Asia.

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