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“Una inflación alta licúa los préstamos a largo plazo”

27 octubre de 2016

Entrevista a Alejandro Henke, Director del Banco de la Nación Argentina (BNA)

Con la nueva conducción a cargo de Carlos Melconian, el Banco de la Nación redefinió algunos de sus objetivos, como apuntar a fondear más al sector privado antes que al público. En otras cuestiones, uno de los directores de la entidad, Alejandro Henke, cuenta sobre los nuevos lineamientos del principal banco del país, sus números y cómo la inflación viene afectando la demanda de créditos.

¿La nueva conducción a cargo de Melconian está apostando a prestarle más al sector privado que al público?

Carlos explicó públicamente a grandes rasgos que el banco tiene un tercio de su capital en el sector privado, otro tercio en el sector público y otro en Lebacs. Y sostuvo que en vez de prestarle tanto al Gobierno y al BCRA, sería mejor hacerlo al sector privado. Él dice que la responsabilidad de la entidad, en vez de pasarle dividendos al Estado como si fuera un banco privado, es devolverle a la gente esos fondos pero siempre ganando plata. La única limitación que tiene esta política es que la demanda de crédito ahora está cayendo, por eso al banco le está sobrando plata y tiene tantas Lebac.

¿Fue un cambio de política respecto a la gestión anterior?

Al asumir nos encontramos con un banco con mucha liquidez, muchas inversiones en Lebac y títulos públicos, y que había desatendido a algunos sectores de la economía, como el agropecuario. Incluso, diría que había perdido un poco del impulso comercial que lo caracterizó en el pasado. Sin embargo, nos encontramos con una línea gerencial muy buena, que mantuvimos prácticamente igual, y a partir de ahí se fijaron nuevas pautas muy claras. Además, Carlos está obsesionado con salir a vender los productos del banco y mejorar la atención en las sucursales.

¿Cómo están en general los números del banco?

A agosto, teníamos $ 190.000 millones entre disponibilidades, Lebac y pases, $ 100.000 millones en préstamos al sector privado, $ 127.000 millones en depósitos privados, $ 126.000 millones en depósitos públicos y $ 33.000 millones en otras inversiones más sofisticadas. El banco está además estabilizado más o menos en un marketshare de entre el 11% y 12% en préstamos al sector privado no financiero.

¿Hacia dónde se canalizan los fondos disponibles de la entidad?

Hasta ahora se invirtió principalmente en activos físicos (sucursales, equipos, etcétera) y luego en préstamos al sector público, seguido recién por créditos al sector privado. Con la liquidez disponible que queda luego de eso, que ronda unos $ 190.000 millones, se destina una parte al “encaje técnico” (fondos mínimos en las sucursales para la operatoria diaria), otra al “encaje legal” (fondos mínimos inmovilizados en el BCRA) y otra en inversiones en Lebac y pases.

¿Cómo viene hoy la demanda de créditos?

Los créditos crecieron nominalmente pero cayeron en términos reales contra la inflación. La demanda de préstamos está planchada y que mejore va a depender de que bajen las expectativas inflacionarias y de que mejoren respecto a la recesión. Sin embargo, ya estamos viendo buenas señales con la demanda de créditos para pymes que ofrecemos, al 15% a tasa fija.

¿La inflación está jugando un papel importante en la baja demanda de créditos?

Sí, con una inflación alta se te licúan los préstamos en el largo plazo. En este escenario, hay que prestar a tasa variable o indexada y eso a la gente no le gusta: rechaza la primera porque no sabe qué pasará a futuro y la segunda le hace acordar a la famosa “circular 1.050”. Este es entonces el problema cuando hay alta tasa inflacionaria: no sabés cuánto te va a costar el dinero dentro de diez años.

¿Y los créditos hipotecarios cómo vienen?

En lo que va del año, ya otorgamos 3.700 préstamos hipotecarios y tuvimos buena demanda con la nueva línea lanzada este año (que no ajusta por UVA, sino que es a tasa fija por cuatro años y después varía según los salarios). El Nación es el primer colocador de hipotecas de los últimos años, con 4.500 otorgamientos en 2015, y tiene más o menos el 40% del mercado hipotecario.

¿Por qué no adhirieron a los créditos hipotecarios UVA del BCRA?

Antes que el BCRA sacara los UVA, el banco ya tenía una línea que funcionaba parecido a la actual y un análisis sobre los clientes nos mostró que le tenían mucho miedo a la indexación. Con la inflación tan alta, hoy sacás un préstamo y luego de haber pagado durante diez meses podés terminar debiendo más que lo que te prestaron. El UVA podría ser viable si no hubiera tanta inflación, aunque si la inflación fuera baja tampoco tendría sentido porque entonces los bancos prestarían directamente a tasa fija.

¿Y qué va a pasar con las tasas?

Nosotros ya anunciamos una baja de las tasas activas, aunque nos está faltando acomodar un poco las de los préstamos personales, que de a poco iremos ajustando también a la baja. En general, creemos que las tasas van a bajar un poco más, aunque la de los plazos fijos se estancarán un poco porque están muy ligadas a las de las Lebac, que bajarán a largo plazo.

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