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Terminar la secundaria y mejorar su calidad

25 octubre de 2016

por Jorge Colina (*)

Dos hechos que parecen aislados, están estrechamente relacionados. Por un lado, la resistencia que plantearon algunos sindicatos docentes y grupos de padres y alumnos a participar de las pruebas de evaluación que se llevaron a cabo en todo el país entre los alumnos de 6º grado de primaria y último de la secundaria. Por otro, la noticia sobre el despido de un organismo estatal del hijo de un ex funcionario del gobierno anterior por no tener estudios secundarios completos.

Ambos hechos sugieren que la educación parecería no ser un valor sino una declamación. No debería generar la menor discusión el principio que para entrar al empleo público el requisito es la idoneidad y la misma empieza por tener completos los niveles básicos de educación. Hoy, el 46% de las personas mayores de 25 años no tiene terminada la secundaria. La solución no es utilizar el Estado para darles empleo público, sino evitar que los jóvenes abandonen la secundaria y las personas adultas que no la terminaron puedan hacerlo en escuelas de adultos.

Aquí entra la segunda dimensión del fenómeno. Tampoco sirve un “cartón” que dé formalmente finalizada la secundaria. Los alumnos y adultos que la terminan tienen que demostrar haber acumulado aprendizajes y estar preparados para desempeñarse productivamente en el mundo del trabajo. Para ello, hacen falta las pruebas de evaluación de la calidad educativa, a la que parte de la comunidad le opone resistencia. Hoy, según las evaluaciones internacionales, más de la mitad de los jóvenes de 15 años tiene capacidades insuficientes de lectura, o sea, no pueden usar la lectura como herramienta de trabajo.

De nada sirve aumentar los presupuestos educativos, con metas del tipo “6% del PIB en inversión en educación”, si no se ata a metas de resultados en las que dos de carácter inapelable deberían ser que todos los jóvenes terminen la secundaria y que la comunidad docente se comprometa con la calidad de la enseñanza que imparten para mejorar sustancialmente los niveles de aprendizaje.

(*) Idesa

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