El presidente del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, Carlos Rozanski, renunció ayer a su cargo mediante un escrito que presentó ante el Ministerio de Justicia de la Nación, que ahora deberá ser aceptado o rechazado por el Consejo de la Magistratura, que se preparaba para resolver sobre un juicio político en su contra. Rozanski, en sus últimas intervenciones públicas, había denunciado presiones y operaciones para desplazarlo.
En el último episodio que había generado controversia alrededor de su figura, el sindicalista judicial Julio Piumato había retomado una denuncia por supuesto “maltrato laboral” a trabajadores de la justicia Federal en La Plata en la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura. Para el juez, la denuncia estaba “prescripta y archivada” y fue abierta con intereses espúrios: para apartarlo de la Justicia para dar marcha atrás con los juicios de lesa humanidad que aún tienen que resolverse. El Consejo, precisamenete, debía resolver sobre su situación sobre supuestos viajes al exterior del juez y posibles irregualidades. A principios de este mes había denunciado ante la Justicia a ocho de los trece miembros del Consejo y al secretario administrativo del cuerpo, por abuso de autoridad, falsificación de documento público y prevaricato, entre otros delitos.
Rozanski fue el presidente del Tribunal Oral que dictó condenas en causas por derechos humanos, por primera vez luego de la anulación de las llamadas leyes del perdón y la reapertura de los juicios contra los represores, durante la década pasada. Ese juicio, en el desarrollo del cual desapareció el testigo Jorge JulioLópez, terminó con una condena de 25 años de cárcel el ex comisario
Miguel Etchecolatz.
