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Prevén un piso más alto para el petróleo

24 octubre de 2016

El acuerdo que los países miembro de la OPEP se encaminan a sellar en su próxima reunión formal, el 30 de noviembre en Viena, para recortar la producción del grupo, impone un piso más alto para el precio del barril de crudo de petróleo, advierte un informe de Puente. “Luego del anuncio del acuerdo, el piso podría moverse hacia valores en torno a US$ 45-50, teniendo en cuenta que los productores de petróleo han mostrado cierta intolerancia a valores del crudo debajo de ese nivel, ya que afecta en gran medida su situación fiscal y las posibilidades de crecimiento de los países. En esta línea, se esperaría que vuelvan a ofrecer cierta resistencia en el futuro en caso que el petróleo caiga nuevamente por debajo de dicho nivel”, señala.

Según trascendió, el acuerdo establecería un recorte en la producción del grupo a un rango determinado de entre 33 y 32,5 millones de barriles por día (M/bd), lo que representaría un recorte de 0,75 M/ bd como mínimo y de hasta 1,25 M/ bd como máximo en comparación con los 33,75 M/bd producidos en septiembre.

De este modo, según Puente, las consecuencias serían al menos dos. “En primer lugar, el acuerdo gatilla la posibilidad de que el mercado alcance un equilibrio antes de lo previamente esperado, teniendo en cuenta la reducción en la oferta de los países que integran la OPEP”, señala. En esa línea, mientras antes Algeria (que anticipó el consenso en torno a un acuerdo para recortar la producción) los analistas del sector proyectaban un valor del petróleo WTI en torno a US$ 45 en el tercer trimestre del año y uno de US$ 58 para el año próximo, luego de ese encuentro, se estimaban en US$ 48,3 para el tercer trimestre y US$ 60 para 2017; es decir, US$ 3,3 y US$ 2 por encima del valor anterior, respectivamente.

La segunda consecuencia que describe Puente es que ante nuevos descensos en el precio del barril, los países productores ?con economías poco diversificadas y muy concentradas en el petróleo, en su mayoría? se verán obligados a intervenir nuevamente en el mercado. “Los países de la OPEP no podrían soportar precios tan bajos del petróleo considerando el costo fiscal que implica, lo que ocasionaría que cuando el petróleo caiga por debajo de los US$ 45-50, los productores se verían forzados a actuar nuevamente”, advierte. Por ende, ese valor quedaría como un nuevo piso para el precio del crudo a futuro.

En ese sentido, una clave en torno a eso es qué naciones no integrantes de la OPEP deciden finalmente adherirse al recorte de la producción, dado que países como Estados Unidos o Rusia, podrían aprovechar la suba de precios para aumentar su oferta, lo que pondría nuevamente presión a la baja sobre el barril.

Mientras Rusia se ha mostrado más favorable a participar, Estados Unidos se ha mantenido al margen por el momento. Es que si bien las importaciones energéticas del país crecieron en la primera mitad del año (por primera vez desde 2010) y los inventarios petroleros vienen cayendo en los últimos meses (aunque sobre niveles todavía elevados), una suba de precios podría impulsar nuevamente a la industria del shale, dominante en el sector petrolero norteamericano.

La semana pasada, ministros de Energía de los países miembros de la OPEP resolvieron en charlas informales durante el Congreso Mundial de Energía en Estambul convocar para este viernes y sábado en Viena a una reunión técnica de representantes del grupo y otras naciones externas para seguir discutiendo “una hoja de ruta” hacia el acuerdo. “Seguimos sumando apoyo a los acuerdos establecidos para estabilizar los precios”, celebró el sábado Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, uno de los países más golpeados fiscalmente por la caída del precio del petróleo.

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