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Política del BCRA afecta al crédito en pesos y lo impulsa en dólares

21 octubre de 2016

La política monetaria del BCRA, que se basa actualmente en ofrecer una alta tasa de interés de referencia positiva en términos reales, tiene conocidos impactos en materia de desaceleración inflacionaria y de contención del precio del dólar.

Pero también tiene un impacto sobre el crédito bancario, ya que el alto rendimiento que ofrecen las Lebac representa una alternativa para la colocación de los ahorros que atraen los bancos, lo que hace que la tasa de interés activa en pesos no precise bajar de cierto piso para reactivarse. Todo eso se desprende del último informe de Ecolatina.

“Asimismo, la misma política monetaria que encarece el financiamiento en pesos a su vez alienta el endeudamiento en moneda extranjera. Las tasas de interés reales positivas que ofrecen las posiciones en pesos alientan el ahorro en pesos en detrimento de la dolarización de activos, ayudando a estabilizar la cotización del tipo de cambio oficial. Además, producto de un elevado influjo de capitales externos (colocación de deuda pública), las expectativas de devaluación están acotadas, por lo que contraer un pasivo en moneda extranjera luce atractivo. Esto se refleja en la evolución de la composición del créditodurante 2016”, sostiene el informe.

Más en dólares, menos en pesos

De hecho, aunque los préstamos están mostrando una firme caída en lo que va del año, existe una diferencia importante entre el desempeño de los créditos en pesos y los que son el dólares. Respecto al crédito total, Ecolatina sostiene: “Al concluir septiembre, el stock de préstamos al sector privado creció apenas 16,5% en relación al promedio de fines del año pasado, de modo que considerando una suba en el nivel general de precios en torno al 32% en ese período, dicha variación arroja una contracción del crédito de alrededor de 12% en términos reales en lo que va del año. Pese a cierto repunte en los últimos meses, la tendencia luce irreversible para 2016 y el crédito bancario cerrará el año en rojo”.

Pero, desagregando por tipo de moneda, el informe muestra las divergencias.

En el caso del dólar la trayectoria es de crecimiento: “Los préstamos otorgados en moneda extranjera más que se duplicaron en los primeros nueve meses de 2016, luego de que cayeran cuatro años consecutivos tras la imposición del cepo cambiario. Así, los préstamos en moneda extranjera pasaron de representar 5% del total del financiamiento en septiembre del año pasado, a casi 13% durante este año (aunque todavía por debajo del 15% previo a la instauración de las primeras restricciones en el mercado de cambios)”. Es decir, que no se trata de un boom sino de una recomposición parcial postcepo del crédito en dólares. En el caso de los préstamos en pesos, en cambio, la caída es mucho más pronunciada que la del total: “El crédito en pesos avanzó tan sólo 6,2% en los primeros nueve meses del año, lo que significa (descontado el efecto del incremento del nivel de precios) una caída en términos reales de casi 20% en lo que va de 2016, superando la contracción observado en dicho período de 2014 (13%)”.

Más caro en pesos

De esa forma, sostiene Ecolatina, se ve claramente que la política monetaria del BCRA, al poner un piso para el precio de los créditos en pesos y al ayudar, junto al ingreso de divisas vía endeudamiento del Estado, a mantener fija la expectativa del futuro precio del dólar, favorece el repunte del crédito en moneda extranjera y provoca la caída del crédito en pesos.

De hecho, el préstamo en pesos muestra estar mucho más caro: “Durante septiembre los préstamos en pesos se pactaron a una tasa superior al 30% anual, de modo que incluso con una inflación esperada para el próximo año del 25% (el techo del consenso del mercado), ello implica un costo real positivo del 4% anual, contraponiéndose a la experiencia del kirchnerismo donde en la mayoría de los años el costo del crédito en pesos era negativo en términos reales”.

Y en cambio el préstamo en dólares se maneja con una tasa más barata: “Los préstamos en moneda extranjera se negocian a una tasa nominal cercana al 4% en dólares, de modo que descontada la expectativa de devaluación (el precio del dólar pactado en el Rofex a un año vista es 20% superior), ello arroja una tasa en pesos del 25% anual, 5 puntos porcentuales por debajo del costo de los préstamos negociados directamente en moneda local”.

Crédito productivo

Además, la caída de los préstamos en pesos demuestra un empeoramiento del crédito productivo: tuvieron mejor desempeño aquellos vinculados al consumo. En cambio, en el caso de los créditos en moneda extranjera tuvieron un sesgo productivo (aunque sólo las empresas con ingresos en dólares pueden acceder a ellos).

“Mientras que en crédito en pesos a empresas cayó nominalmente (retrocedieron 2% en los primeros nueve meses del año versus una suba del 7% de los créditos al consumo en dicho período), el incremento observado en los préstamos en moneda extranjera estuvo explicado mayormente por los créditos a personas jurídicas: desde fines de 2015 el stock de préstamos en dólares a empresas se triplicó, y su participación en el financiamiento otorgado en moneda extranjera trepó de 65% a 80% en septiembre de 2016, dice el informe.

En el total de monedas, según Ecolatina, el préstamo productivo pierde frente al de consumo. “Lo que se ve es que el aumento del ahorro interno derivado de las altas tasas de interés aún no se traduce en una mejora del crédito. La condición para el surgimiento de mayores proyectos productivos depende de las perspectivas de incremento de la demanda”, concluye.

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