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“Muchos empresarios esperan las elecciones 2017 antes de invertir”

24 octubre de 2016

Cuando una empresa debate la posibilidad de hacer una inversión grande e importante analiza varias cuestiones del presente y, también del futuro, pues recuperarla puede llegar a insumir varios años. En su mayoría, esas cuestiones están vinculadas a los números y la marcha de la economía: precios de venta, costos de producción, financiamiento, demanda esperada y demás. Pero, en países inestables como Argentina, la política tiene una ponderación importante en ese cálculo. Hoy, gobierna Cambiemos, ¿pero quién lo hará luego de 2019 y qué hará con la política económica?

El diputado Emilio Monzó, en un recordado discurso en el mini- Davos, dijo que en 2015 hubo un cambio definitivo en el país que seguirá más allá de 2019. Incluso, sugirió, si Mauricio Macri o alguien del PRO, no ganase en esa instancia. El objetivo del mensaje hacia los empresarios e inversores reunidos en el CCK era disipar sus temores sobre qué podría pasar después de 2019 y se animen a invertir, un tema clave para que se empiece a mover la rueda del empleo privado. El propio Presidente recogió el guante hace unos días en Roma y dijo, con el mismo objetivo, “nos va a ir muy bien en 2017”.

En su informe semanal, Federico Muñoz plantea que ese temor sigue estando allí. “En las últimas semanas, hemos tenido varias conversaciones con empresarios e inversores ?locales y del exterior? sobre este tema y hemos percibido que la idea de Monzó no reúne mucho consenso. Por el contrario, acaso la principal preocupación de cara al futuro sean las dudas sobre la sustentabilidad política del nuevo ordenamiento económico”, explica.

“No nos sorprende la escasa adhesión al optimismo de Monzó. Lo cierto es que la elección de Mauricio Macri como presidente fue una anomalía, casi una aberración histórica, solo posible por una asombrosa concatenación de contingencias fortuitas (la principal, la unción de Aníbal Fernández como candidato).

Esta anomalía hace que las elecciones del año entrante no sean unos típicos comicios legislativo de medio término, sino que adquieran una relevancia mucho mayor. La elección del 2017 está llamada a ser un plebiscito que corroborará (o no) aquel resultado electoral tan raro. Sólo una victoria de Cambiemos confirmará que la sociedad argentina respalda y valida el nuevo rumbo económico. De allí, entonces, que muchos empresarios prefieran esperar el resultado electoral del año entrante antes de lanzarse a invertir en el país”, amplía el informe.

La gran carrera, aventura Muñoz, será la de senadores de la provincia de Buenos Aires, una de las ocho provincias que renovará su representación en la Cámara Alta en 2017. “Lo curioso del caso es que el resultado de este comicio en particular quizás no dependa tanto de la marcha de la economía o de cuán atractiva sea la propia fórmula de Cambiemos, sino de si las distintas vertientes del PJ (massismo, kirchnerismo, etcétera) acudirán unidas o divididas a la elección (un peronismo unido sería poco menos que imbatible). Irónicamente, el largo plazo de la economía argentina acaso termine dependiendo de cómo el justicialismo dirima su interna bonaerense en 2017”, concluye Muñoz.

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