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Las señales adelantadas del ciclo económico

26 octubre de 2016

por Gustavo Neffa (*)

Los analistas nos valemos de distintas herramientas a la hora de evaluar una determinada inversión. En algunas oportunidades, el análisis es puramente intuitivo y, en el otro extremo, es sumamente cuántico. La relevancia que le demos a cada uno de estos elementos dependerá de cada uno, de cómo uno es, de los conocimientos que uno tenga y del tiempo que uno disponga. Y eso no es necesariamente determinante del éxito o fracaso de una inversión porque el factor suerte se cola en el medio para dotar de incertidumbre toda proyección de rentabilidad que se pueda hacer.

He visto muchas personas que, con pocas herramientas y conocimientos técnicos, han conseguido fortunas cuando la suerte los acompañó, o simplemente supo desarrollar ese feeling por los negocios que durante toda su vida lo llevó a seleccionar determinadas inversiones que resultaron ganadoras. También porque esa percepción o ese sexto sentido lo hizo apostar por el dueño y no necesariamente por su negocio.

Pero si se poseen los conocimientos para interpretar la información, y se dispone el tiempo para hacerlo, lo que se agrega como input a cualquier modelo no abunda sino que forma parte de las herramientas necesarias para redondear una idea.

Toda inversión está condicionada por el marco y por la coyuntura. No es lo mismo comprar oro cuando la inflación es alta o cuando es baja ni tampoco es lo mismo comprar acciones cuando la recesión termina, que hacerlo cuando el ciclo alcista de la economía de un país se extendió más allá de los fundamentals que lo estuvo sosteniendo.

Y es importante también saber que existen indicadores retrasados del ciclo, y otros adelantados. Entre los primeros figuran todas las cifras relevadas o estimadas que ocurrieron durante un período. El PIB trimestral, la creación de empleos, la inflación o las ventas minoristas por mencionar solamente algunos de los más importantes. Pero los inversores se inclinan más por analizar y decidir en base a los indicadores adelantados del ciclo, aquellos que nos indican qué puede pasar en lugar de informarnos de lo que pasó. Los precios de las acciones idealmente incorporan toda la información relevante y disponible, por ejemplo, la información pública que se puede obtener de los mercados, de los press releases oficiales o de las empresas privadas, de las agencias de noticias y/o de las terminales de datos que agrupa a mucha de la información.

En Argentina, el Indice Líder de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) nos da una idea de lo que sucederá. Busca anticipar cambios de tendencia en el ciclo económico medido por el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE).

Es muy útil para poder predecir el ciclo. De hecho, se descuenta en 73,9% que se saldrá a corto plazo de la recesión en la cual Argentina se encuentra sumida, contra 55% en agosto y 16% en abril.

El índice aumentó un poco, mes a mes, en septiembre (+0,46%) luego de la caída del mes previo. Si bien interanualmente sigue cayendo (-16,8%), esa caída es menor en términos absolutos relativo a los últimos meses. Se está formando un piso y ya dio un rebote mes a mes.

Muchos de esos índices son deflactados por la inflación minorista para poder dar una idea de la evolución real de los mismos e identificar los puntos de inflexión en el nivel de actividad, que es efectivamente lo que está sucediendo: el PIB del tercer trimestre fue relativamente neutro, pero en el cuarto trimestre Argentina ya puso segunda y el PIB crecería a una tasa anualizada real del 4% aproximadamente. Se espera 3,2% el año que viene y un poco más para el siguiente.

A pesar de que los despachos de cemento cayeron en septiembre, los primeros brotes verdes se encuentran en la cantidad de escrituras en CABA, la superficie a construir, el consumo de asfalto, el Indice Construya, en el gasto en bienes de capital y venta de autos mes a mes.

Por el efecto estadístico conocido como el efecto arrastre, el año que viene Argentina ya tendría asegurado 1,5% de crecimiento real si no crece nada respecto a lo sería el crecimiento del cuarto trimestre porque la actividad va de menor a mayor en estos meses.

El Indice de Difusión se encuentra en 80%, es decir, que de las diez series que componen el Indice Líder, ocho mostraron aumentos intermensuales, el mayor en muchos meses. Estos son los índices que lo componen y que nos dan señales de reversión del ciclo, lo cual es positivo para la inversión en acciones, por ejemplo.

Indice General de la Bolsa de Comercio (deflactado)

Merval (deflactado)

Oferta monetaria medida a través del M2 (deflactado)

Superficie a construir (ISAC)

Indice Construya Escrituras (CABA)

Indice de confianza de UTDT Ventas en shoppings (deflactado)

Producción de metales básico Producción de caucho y plástico

Esta lectura debe complementarse con mucha otra información, pero el Indice Líder es una herramienta sumamente útil que reúne a muchas variables claves a la hora de tomar riesgos en los mercados bursátiles en Argentina.

(*) Socio y director de Research for Traders (RfT) @gneffa

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