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La reforma ya se negocia en el Senado

21 octubre de 2016

El oficialismo, durante la madrugada de ayer, dio un primer paso en su intención de reemplazar el voto en papel por la boleta única electrónica y acompañó la iniciativa de aprobar la paridad de género en las listas de candidatos. En la Cámara de Diputados pudo construir una holgada mayoría, con 152 votos a favor y 75 en contra, con el respaldo del Frente Renovador, encabezado por Sergio Massa, y el bloque Justicialista, de Oscar Romero y Diego Bossio. Al ser reforma electoral, cada artículo de la iniciativa requería de la aprobación de una mayoría especial, 129 votos, según se dispone la reforma constitucional de 1994. Y espera tener la misma suerte (o parecida, al menos), en el Senado, al que ya fue girado el proyecto y se comenzará a discutir en los próximos días. Las negociaciones, por lo que puedo saberse, ya empezaron.

En el debate de ayer, el oficialismo no pudo avanzar en su intento por modificar el régimen de las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO), que pretendía centralizar por partido o espacio políticos. Finalmente se acordó mantener el sistema vigente. Pero se modificó la constitución de las fórmulas: en las primarias se votarán sólo a Presidente. Luego, que sea consagrado candidato podrá elegir en 48 horas a su vice para las generales. Además, la Cámara Nacional Electoral, encargada actualmente del escrutinio definitivo, quedará finalmente a cargo también del provisorio, con más competencias y atribuciones. Además, se prohiben las candidaturas múltiples: el postulante a un cargo no puede ser, simultáneamente, candidato a otra categoría provincial o nacional.

Propios

El interbloque de Cambiemos, integrado por la UCR, el PRO, la Coalición Cívica, votó sin fisuras, como enla mayoría de las ocasiones durante el año legislativo. Otras fuerzas que también acompañaron fueron el Partido Socialista; Compromiso Federal, que responde al gobernador Alberto Rodríguez Saá; Libres del Sur, el Frente Cívico por Santiago, el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y el Frente Cívico y Social de Catamarca, entre otros. Los 75 votos en contra pertenecieron al diputados del Frente para la Victoria y de la Frente de Izquierda y los Trabajadores, que rechazaron el proyecto. Y las abstenciones correspondieron al bloque Frente de la Concordia de Misiones, encabezado por el ex gobernador Maurice Closs.

Mientras tanto, en la tarde de ayer, Cambiemos ya oteaba el escenario en el Senado, dada la celeridad con la que el Gobierno pretende avanzar con la otra media sanción restante. Aquí, el PRO cuenta con seis bancas propias, ocho tiene el radicalismo, además de existir un número variable (pero numeroso) de bloques aliados, que estarían dispuestos a acompañar en general la iniciativa, cuando no queda claro cuánto podrá evitar el oficialismo la introducción de modificaciones que retrasen su aprobación. Como en otros casos, los senadores Miguel Ángel Pichetto y Juan Manuel Abal Medina llevarán la delantera en la negociación más fina, “punto por punto”.

Debate

Uno de los artículos que logró mayor consenso en la discusión que se extendió por más de doce horas fue el que estableció la paridad de género en las listas de candidatos, ya que fue respaldado por 214 votos contra 3 de diferentes partidos, mientras que en este caso se dieron cuatro abstenciones. Los tres votos en contra fueron los de la diputada de Proyecto Sur, Alcira Argumedo; el kirchnerista Guillermo Snopek; y la dirigente del PTS, Myriam Bregman, quien quería que se divida ese artículo porque en el mismo estaba el ítem del piso del 1,5 %de electores en las PASO para acceder a la elección general. El artículo sobre las PASO, que en el debate en general generó fuertes discusiones, se aprobó sin dificultades dado que el oficialismo decidió por falta de acuerdo con la oposición mantener el sistema que rige desde el 2011 por el cual el ciudadano puede optar por candidatos de diferentes partidos políticos. Entre los 26 ausentes a la hora de la votación en general, que se realizó finalmente cerca de las 2 de la madrugada, estuvo la diputada de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que por cuestiones de salud no pudo estar presente en el recinto. Tampoco estuvieron presentes 10 legisladores del Frente para la Victoria- PJ; entre ellos, Diana Conti, una de las diputadas de ese bloque que presentó un dictamen propio en rechazo del proyecto e incluso fue una de las primeras en exponer su postura en el recinto, apenas se abrió el debate. Tampoco estuvieron en el recinto a la hora de la votación el titular del PJ, José Luis Gioja, Máximo Kirchner y Sandra Mendoza.

Modificaciones

El artículo que mayor incógnitas previas presentaba era el que pretendía modificar el modo de votar en las primarias. Según el texto del proyecto, “cada elector emitirá un solo voto por cada categoría de cargos a elegir, pudiendo optar entre distintas listas dentro del mismo acuerdo electoral o agrupación política”. Es decir, que no preveía “cortar boleta”. Esto quedó de lado y se decidió mantener el sistema vigente. En cuanto a la paridad de género se dispuso sobre tablas que las listas deben integrarse con candidatos de diferente género de manera intercalada, “en forma alternada y consecutiva”, desde el primer candidato hasta el último suplente, de modo tal que no haya dos del mismo género consecutivos. En los discursos finales, el radical Mario Negri señaló que la reforma aprobada en Diputados “es un comienzo” pero reclamó “una reforma del sistema integral” al que adhieran las provincias con el respeto de sus autonomías. “Para nosotros es un comienzo no es el final, tenemos que terminar con un modelo electoral que tiende en este país, a que en nombre del federalismo los regímenes electorales sean la palanca de lo que termina siendo el cacicazgo al servicio de una persona y que desnaturaliza la democracia y los controles”, agregó. Por su parte, la kirchnerista Diana Conti rechazó la boleta única electrónica al asegurar que es un sistema “caro, inseguro, preparativo de fraude, negocio, robo del voto ciudadano, robo económico y corrupción” y advertir que si bien no hay datos fehacientes de su costo demandaría una inversión de 4500 millones de pesos. Algo parecido sostuvo Héctor Recalde, jefe de la bancada.

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