El debate por la pérdida de competitividad y la fuerte carga impositiva que soportan hoy las empresas se coló, en forma inesperada, durante la audiencia pública por las tarifas eléctricas, llevada a cabo el pasado viernes 28. En representación de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), el prosecretario de la entidad, Emilio Etchegorry, se refirió a la pérdida de competitividad de las empresas argentinas y a la necesidad de preservarlas de la pulseada por el mercado interno con las compañías extranjeras. “Tenemos que cuidar a las empresas, hace falta tener una visión y decisión política de hacerlo, no una declamación”, aseguró Etchegorry, y añadió que “esto lo vamos a notar cuando se hagan licitaciones internacionales y de la misma manera que se asume el costo fiscal de permitir el ingreso (de empresas del exterior) sin pagar aranceles a esos productos, se le quite todos los impuestos en igual proporción a los fabricantes nacionales”.
El empresario explicó que “una de las cosas que objetamos es el nivel de rentabilidad que se le está garantizando a las empresas prestadoras de servicios”, pero como parte del mismo proceso, objetó que al momento de analizar el aumento tarifario “no se puede garantizar, de la manera que se quiere hacer, rentabilidad a un grupo de empresas castigando a otras”.
Para Adimra, es preciso debatir tres temas centrales: cómo se van a regular los monopolios, cómo gravar a las empresas que fabrican bienes transables que deben competir con productos importados, y cuál será la estrategia de compensación de las conquistas sociales que tienen los argentinos y que otros países no tienen, una clara referencia a los llamados costos laborales.
