por Leandro Gabin
Pasaron cinco años desde la última presentación de Argentina ante el regulador del mercado de capitales de EE.UU., la Securities and Exchange Commission (SEC). A fines de septiembre, según consta en el documento al que accedió El Economista, el Gobierno Argentino volvió a plasmar en un extenso paper la marcha de la economía y las condiciones financieras del país. En este caso, el documento llamado formulario 18 K, que cuenta con la firma del secretario de Finanzas, Luis Caputo, el oficialismo casi evitó referirse a las expectativas hacia adelante y prácticamente se concentró en detallar la situación heredada a fines de 2015.
“Desde que asumió, el gobierno de Macri ha anunciado y ejecutado varias reformas económicas y políticas significativas”, destaca el paper oficial ante la SEC. Después de pasar revista por los logros de la gestión, como el arreglo con los holdouts, levantar el cepo cambiario, la normalización del Indec, quitar retenciones y demás, el documento recae en la situación fiscal (quizás uno de los puntos más flojos de Cambiemos).
“El gobierno de Macri tomó medidas para anclar las cuentas fiscales. La reducción del déficit fiscal primario en aproximadamente 1,8% del PIB en diciembre de 2015, a través de una serie de impuestos y otras medidas, y persigue un objetivo de déficit fiscal primario de 4,8% del PIB en 2016 a través de la eliminación de los subsidios y la reorganización de ciertos gastos”, dice el documento. Si bien no es obligación del país aportar las expectativas hacia adelante en el paper, el Gobierno deslizó un guiño a los inversores (finales destinatarios de este documento) al decir que “el objetivo final de la administración de Macri es lograr un presupuesto equilibrado para el año 2019”.
En otro pasaje del paper dicen que los ajustes fiscales, monetarios y de divisas realizadas por la administración Macri “pueden afectar el crecimiento en el corto plazo”, pero “buscan guiar la economía hacia una senda sostenida de crecimiento en el medio plazo” En otros puntos destacados señalan que el Gobierno “anunció la adopción de un régimen de objetivos de inflación en paralelo con el régimen de tipo de cambio flotante y estableció metas de inflación para los próximos cuatro años, incluyendo una banda de 20-25% para el 2016. El BCRA ha aumentado los esfuerzos para reducir el exceso de los desequilibrios monetarios y elevar las tasas de interés en pesos para compensar la presión inflacionaria”. Pero aclaran que “sin embargo, la inflación durante 2016 sigue siendo alta”.
El Gobierno les presentó a los inversores que puedan llegar a leer el formulario 18 K los highlights del Presupuesto para el año próximo. Cambiemos dice que “una de las piedras angulares del presupuesto de 2017 será la expansión de los programas sociales diseñados para satisfacer las necesidades de los grupos más vulnerables”. También hablan, sin dar proyecciones, del sinceramiento fiscal y la nueva relación con las provincias bajo el sistema de responsabilidad fiscal.
Pero, en realidad, gran parte de la presentación del Gobierno fue hacer historia de dónde viene la crisis argentina y quiénes la generaron. En ese sentido, el Gobierno kirchnerista se llevó una parte importante al momento de explicarles a los inversores por qué el país está como está. “Las políticas de Cristina Fernández de Kirchner erosionaron cada vez más la confianza de las empresas en la economía argentina, lo que dio lugar a una falta de inversión, la salida de capitales y una disminución significativa de las reservas internacionales del BCRA durante su mandato”, dice en el apartado sobre el último período de CFK al mando del país.
“Los desequilibrios macroeconómicos que resultaron de las políticas macroeconómicas inconsistentes y el litigio no resuelto con los tenedores de deuda limitaron el acceso de la República a los mercados internacionales de capital, lo que resultó en el crecimiento de la dependencia del Gobierno sobre la financiación del BCRA y el uso de las reservas de divisas para el servicio de la deuda”, dicen en el escrito. “El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no logró cambiar las políticas que se introdujeron como algo temporal, medidas de emergencia en respuesta a la crisis económica de 2001-2002”, acotaron.
