por Leandro Gabin
Como nunca antes, el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, se mostró abiertamente optimista cuando presentó su Informe de Política Monetaria (IPOM). Optimista con la foto y con la película. Sucede que la baja de la inflación (desde niveles altísimos) empieza a ser un tema ya no tan dramático si se sigue estacionando en niveles de 1,5% mensual o menos. Sturzenegger lo dijo muy claro: “Con este ritmo de inflación mensual, ya estamos por debajo del 20% anual”, y agregó: “Es tremendamente factible lograr el objetivo de las metas de inflación para el año próximo”. Incluso habló de “desaceleración general y homogénea de los precios”.
La batería de datos que brindó ayer el titular de la entidad no sólo estaban enfocados en lo ya conocido, que es una baja del aumento de precios en la economía. Más particularmente, en la inflación núcleo que miran los bancos centrales en el mundo. La novedad fue el indicador que el mismo BCRA elabora sobre la marcha de la economía. Conocido como Indicador Líder de la Actividad (ILA), es un indicador mensual compuesto por diez variables financieras, reales y de expectativas, construido con el objetivo de anticipar los cambios de fase del ciclo económico, es decir, desde una recesión a una expansión y viceversa. “Este indicador permite evaluar la salida de la recesión analizando simultáneamente un conjunto de señales: las variaciones mensuales de los últimos tres meses, el porcentaje de recuperación acumulado en los últimos seis meses y la difusión de la mejora, es decir, el número de componentes que suben como porcentaje del total”, explica la entidad.
De esta manera, tres incrementos mensuales consecutivos del ILA constituyen una señal temprana de la existencia de un punto de giro en la actividad, medida por el EMAE. Y según relataron ayer el índice ya marcó 2 incrementos consecutivos, lo que lo deja a las puertas de salir de la recesión. Según el mismo BCRA en su informe presentado ayer, “en los últimos meses aparecieron algunas señales de que se estaría alcanzando un piso”.
“El ILA muestra algunos resultados auspiciosos: en agosto y septiembre el ILA registró variaciones mensuales positivas, tras varios meses de bajas ininterrumpidas, atenuándose la profundidad de su caída. Además, el porcentaje de componentes del ILA con variaciones mensuales positivas mejoró considerablemente ubicándose en 52,5% en los últimos cuatro meses. Si bien estos resultados aún no son suficientes para anticipar la salida de la recesión, constituyen una buena señal que podría reforzarse en los próximos meses”, explicó en su informe.
Según la entidad, incluso, se espera que la recuperación de la actividad económica prevista no comprometa al proceso desinflacionario en curso a través de presiones de demanda, “dados los aún elevados niveles de capacidad instalada ociosa y de desocupación”. Sturzenegger señaló que ya están trabajando para disminuir la inflación del año que viene, ya que la política monetaria tiene rezago de algunos meses. Eso explica, además, por qué no bajan las tasas de interés. Esto es porque están pensando en atacar las expectativas del año próximo, que aún están un poco más altas que las metas del Central. “Lo que hacemos ahora impactará el año que viene. El mantenimiento de la tasa tiene que ver con cumplir meta de 2017, no con la inflación reciente”, aclaró el titular del BCRA. “Vamos en el camino de eliminar el impuesto más recesivo que existe”, apuntó el Gerente General del banco, Mariano Flores Vidal.
Inflación y crecimiento, más de la mano que nunca, y la tarea de alinear expectativas que aún no son tan optimistas como la visión oficial. “No hay nada más reactivante que la baja de la inflación”, agregó Sturzenegger, confiado en que el proceso de desinflación es la nueva ancla de la economía para empezar a despertar.
