En medio de críticas lanzadas por algunos sectores gremiales docentes, e incluso por grupos de padres y alumnos, se llevó a cabo ayer la primera jornada de la evaluación nacional Aprender, que pretende medir el nivel educativo de las escuelas públicas y privadas de todo el país.
El operativo, que busca relevar tanto el conocimiento de contenidos específicos como algunos aspectos del contexto de aprendizaje, continuará hoy sólo para los alumnos del último año de la secundaria. En total serán evaluados cerca de 1,5 millón de chicos de más de 31.000 escuelas. El operativo cosechó el rechazo de algunos sectores, que consideraron que se realiza una prueba estandarizada que no refleja de manera completa el aprendizaje en el aula. “Se toma la misma evaluación en todo el país y se deja de lado el contexto social, sea grupal o individual”, denunciaron. La misma crítica apareció en gremios docentes de varias provincias del país e incluso entre alumnos que protagonizaron tomas en algunas instituciones aisladas en repudio del operativo. En algunos colegios, además, el ausentismo fue elevado, dado que padres en desacuerdo con la evaluación evitaron enviar a sus hijos.
En una columna de opinión escrita por Mauricio Macri y publicada ayer por la agencia Noticias Argentinas, el Presidente defendió la iniciativa. “Evaluamos para mejorar. Para transformar la realidad, primero tenemos que conocerla tal cual es”, dijo. De cara a la polémica desatada, apuntó: “Sabemos que puede doler, que probablemente debamos enfrentar resultados difíciles, pero los problemas no desaparecen mirando hacia otro lado. Se resuelven diciéndonos la verdad, teniendo información válida y confiable. No se trata de buscar culpables, de comparar entre escuelas o territorios ni de hacer rankings; es una radiografía del sistema educativo nacional para diagnosticar y a partir de ahí avanzar”.
Al final del día la secretaria de Evaluación y Calidad Educativa, Elena Duro, también se expresó y afirmó que el operativo Aprender “tuvo una participación altísima en todo el país más allá de las controversias”. “El desafío más grande ahora es hacia adelante; esforzarnos en cumplir nuestra palabra y devolver esta información a las escuelas en marzo próximo”, añadió.
Por otro lado, aseguró que “al hacer esta evaluación no hacemos otra cosa que cumplir con lo que marca la Ley de Educación”. “Con esta información no buscamos castigar ni hacer rankings ni comparaciones, castigar sería no tener información de la realidad del sistema educativo”, añadió Duro, y precisó que “como Estado”, hay que lograr que los chicos de todo el país accedan a los núcleos de aprendizaje prioritario y que para eso no se puede “andar a tientas”.
El miembro de la Academia Nacional de Educación, Alieto Guadagni, se refirió a la polémica que generó la evaluación y recordó que “durante el gobierno anterior se hicieron tres exámenes iguales, incluso con la carga de tener que informarle al congreso los resultados de las evaluaciones”. “Argentina es el único país que conozco que prohíbe por ley difundir los resultados escuela por escuela. Esto no ocurre ni en México, Colombia, Chile o Brasil. Cualquier padre de familia tiene derecho a saber cómo está el colegio donde están sus chicos”, agregó.
