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¿Y los bonos convertibles?

Este tipo de activo (básicamente es un bono convertible, es un título de deuda que puede convertirse en acciones) se presenta como la respuesta para los que buscan altos rendimientos sin correr un riesgo muy elevado, pero muchos no los conocen. ¿De qué se trata?

12 septiembre de 2016

por Dolores Ugarte

El mercado está cargado de volatilidad e incertidumbre, y eso no es un secreto para los inversores. Es precisamente en momentos como este en los que la mayoría sale a la caza de oportunidades financieras que permitan aprovechar el alza de los activos, sin tener que exponerse demasiado en las fases bajistas. Parece pedir demasiado. ¿O no?

La realidad es que existe una solución de las que pocos utilizan, para capear la relación entre el riesgo y el rendimiento. Se trata de los bonos convertibles. Antes de entrar en detalle sobre los motivos por los cuáles conviene invertir en estos instrumentos, comencemos por definirlos.

¿Qué son?

Un bono convertible es un título de deuda que puede convertirse en acciones. Es decir, pasar de ser un activo de renta fija a uno de renta variable. El aspecto clave en la dinámica de los mismos es identificar si la conversión del papel en cuestión a acciones es voluntaria, a criterio del inverso o, por el contrario, es obligatoria.

De ser obligatoria, no se trata de un producto de renta fija sino de renta variable, ya que inevitablemente el tenedor del mismo terminará con acciones en su cartera, sin importan que haya adquirido un bono.

Este tipo de instrumento se recomienda para los inversores con experiencia en el mercado, aunque no tienen mayor valor agregado, debido a que si la idea es adquirir acciones, es mejor realizarlo directamente en lugar de hacerlo por medio de un bono.

Los bonos convertibles normales son aquellos cuya dinámica permite a su tenedor elegir si desea mantenerlo como un título de deuda o no. Este tipo de papel es ideal para cualquier tipo de inversor, en vista de que permite realizar el canje en momentos en que la renta variable luzca atractiva y protegerse con una renta fija en épocas de volatilidad extrema en el contexto financiero.

Además de los derechos que otorgan los bonos, siendo el principal de ellos el pago de cupones periódicos, el bono convertible añade la posibilidad de convertir el bono en acciones.

Llegada la fecha de canje, el inversor tiene dos opciones: puede ejercer la conversión (esto le convendrá cuando el precio de las acciones ofrecidas en canje sea inferior a su precio de mercado), o puede mantener las obligaciones hasta la fecha de la siguiente opción de conversión o hasta su vencimiento.

Sin embargo, existen bonos convertibles en los que es obligatorio ejercer el derecho de conversión en la fecha prevista.

Mientras no se ejerza el derecho de conversión, este papel se comporta igual que cualquier otro bono, de manera que el inversor recibe los pagos periódicos (cupones) que se hayan establecido en el contrato, así como, eventualmete, el pago del nominal al vencimiento.

¿Por qué?

Como mencionamos anteriormente, los bonos convertibles ofrecen una atractiva solución a la relación entre riesgo y rendimiento y los factores que influyen sobre el atractivo de los mismos son múltiples. Los analistas sugieren que estos activos podrían desempeñarse bien en un escenario en el que la suba de las tasas de interés de referencia, amenaza con volverse realidad constantemente.

Esto se debe a que el incremento de los tipos de interés en los Estados Unidos debería seguir impulsado el alza al dólar y, según el histórico, los bonos convertibles han mostrado una buena resistencia a esta clase de acontecimientos, gracias a su poca sensibilidad.

Dado que la gran mayoría de los bonos convertibles son activos high-yield o no clasificados, el reciente reposicionamiento de esta categoría de títulos hacia el investment grade ha permitido un aumento de la liquidez y de oportunidades de inversión en este sentido.

Las condiciones actuales, de intensos reajustes en los mercados, representan un excelente punto de entrada o de refuerzo para los bonos convertibles. Los especialistas presentan una postura especialmente positiva en esta clase de instrumentos financieros ya que se beneficiarán del repunte de los mercados de renta variable. En esa línea, una buena estrategia de inversión adaptada a la época actual sugiere contar con bonos convertibles estadounidenses convexos.

De acuerdo con datos del medio internacional de finanzas “Estrategia de Inversión”, a largo plazo los bonos convertibles presentan un perfil de rentabilidad/riesgo particular, con una rentabilidad cerca de la ofrecida por el mercado accionario pero implicando un riesgo menor.

Si bien la eventual suba de las tasas de interés por parte de la Fed no genera mayor influencia sobre los bonos convertibles, otros activos en el mercado no corren con la misma suerte y hay que estar prevenido.

En otras palabras, la posible suba en las tasas de interés por parte de la Fed antes de cierre de año suma un gran potencial de ganancias a ciertos activos financieros.

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