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Visión optimista de Ecolatina

13 septiembre de 2016

El primer semestre (y, en particular, el segundo trimestre) del 2016 fue muy duro para la actividad económica, tal como se preveía hacia finales de 2015. Los economistas sostenían que el “sinceramiento” que pergeñaba el equipo económico de Cambiemos tendría sus costos sobre el PIB, y vaya si los tuvo.

Pero también se preveía que, luego de ese semestre complicado, se generarían las condiciones para que la rueda de la economía, trabada desde 2011, vuelva a girar. Ese momento llegó. ¿Va a crecer la economía? En un informe difundido ayer, Ecolatina sostiene que sí, pero advierte que será una “recuperación parcial”.

¿Cómo estamos hoy? “Luego de la 'etapa de corrección' de los primeros meses del año, en el segundo trimestre el Gobierno consiguió la 'estabilización cambiaria y financiera' (la reapertura de la cuenta capital tras el acuerdo con los holdouts fue clave) pero ello no le alcanzó para recomponer la actividad, que de hecho profundizó su caída en el período. Acercándonos ya al final del tercer trimestre, podríamos caracterizar estos últimos meses como de 'estabilización de la actividad', ya que los sectores productivos de mayor peso habrían frenado sus caídas”, sostiene el informe.

Agrega: “Nuestras estimaciones señalan que durante el tercer trimestre el nivel de actividad habría detenido las caídas (desestacionalizadas). Más aún, es muy probable que en los últimos tres meses del año se avizoren los primeros brotes verdes: pese a que en la comparación interanual del PIB continuará mostrando caídas, la economía volvería a trepar significativamente en la medición desestacionalizada durante el cuarto trimestre, dejando un arrastre estadístico levemente positivo para el 2017.”

La recuperación de la actividad de los próximos meses vendrá, dice Ecolatina, a través de dos frentes. Por un lado, por el mayor empuje del sector público, “tanto por el lado del mayor gasto de capital (obra pública) como por los esfuerzos dirigidos a incrementar los ingresos de los sectores más vulnerables y los jubilados”. Además, también contribuirá “la leve recomposición del poder de compra de las familias (los salarios y gran parte de las prestaciones sociales se ajustan a la elevada inflación pasada, en un contexto de desaceleración del incremento de precios)” que volverá a activar el principal motor de la demanda: el consumo.

Pero?

Así, “En 2017 comenzarían a cosecharse los frutos de las correcciones realizadas por el Gobierno”. Sin embargo, dice el informe, “muchas de las correcciones económicas fueron parciales, y ello lleva a preguntarnos cuáles son los sectores que han quedado mejor posicionados”. Dado que no se consiguió una mejora significativa del tipo de cambio real, es probable que sólo aquellos sectores transables que cuentan con ventajas comparativas muestren una mejor performance durante 2017. “Tal es el caso de la agroindustria, que además de haber sido favorecida por la quita de retenciones, mantiene buenas expectativas por los niveles de los precios internacionales (se destacan las subas de trigo y maíz proyectadas por el FMI)”, dice el informe.

En cambio, “aquellos sectores transables menos competitivos a nivel internacional quedarían más relegados: el caso más emblemático es el de la industria que, exceptuando algunas ramas puntuales, enfrenta dificultades a la hora de competir con los productos del exterior y encuentra un techo bajo de expansión por la situación de Brasil (se espera que el país vecino vuelva a crecer pero a una tasa muy baja)”. Por ello, aunque proyectan una recuperación de la actividad manufacturera en 2017, “el nivel la producción se mantendría lejos del máximo alcanzado en 2013”.

Por último, los sectores que no compiten con el exterior (no transables) “se verán plenamente favorecidos por el aumento de la demanda interna ya que no les afecta directamente el atraso cambiario” y, por este motivo, “los servicios volverían a crecer en 2017, recuperando el terreno cedido durante este año y superando los niveles de actividad del 2015”.

Finalmente, el informe destaca “las buenas perspectivas de aquellos sectores ligados al Estado”. Por un lado, menciona a los servicios públicos (“tras cierta recomposición de tarifas, volverían a crecer (el sector energético estaría al frente de esta recuperación”) y, por otro lado, “la construcción sería otro de los sectores más favorecidas por el dinamismo de la obra pública y los proyectos de infraestructura que el Gobierno se ha comprometiendo a ejecutar”.

Si bien proyectan un alza importante del PIB (entre 3% y 4%) en 2017, advierten que el crecimiento no es tan elevado “si se tiene en cuenta el impacto recesivo de las correcciones macroeconómicas de este año (caída del PIB en torno al 2%)”. De hecho, “de materializarse nuestros pronósticos la recuperación de la producción sería acotada ya que el PIB per capita de 2017 no llegaría si quiera a recuperar el nivel del año pasado, ubicándose 3% por debajo del máximo alcanzado en 2013”.

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