El Economista - 70 años
Versión digital

sab 20 Abr

BUE 17°C

Para Ecolatina, las metas de inflación son poco probables

23 septiembre de 2016

El proceso de desinflación no está en peligro. Pero las metas inflacionarias pensadas de acá al 2019 son poco probables de conseguir en un país con un importante déficit fiscal, precios relativos que aún esperan una corrección y un BCRA que erró en sus objetivos de llegar a un incremento de precios del 25% en 2016, minando su credibilidad. Esos conceptos virtió el último informe de la consultora Ecolatina, difundido ayer.

Las dificultades

“En promedio, los países de América Latina que usaron metas de inflación para reducir su nominalidad tardaron ocho años en alcanzar tasas de 5%. Por su parte, el BCRA plantea una desinflación que en tres años alcance ese valor y, de lograrlo, llevaría a cabo el plan basado en metas más rápido de la historia de la región. Esto, si bien posible, no parece probable”, sintetiza el informe.

Entre las dificultades que enfrenta la economía local para tener éxito en semejante plan, se destaca el déficit fiscal del Gobierno que, mediante la necesidad de emisión de moneda que le impone al BCRA para financiarlo, condiciona su capacidad de ejercer política monetaria para desinflar. “Argentina no tiene las características ideales para utilizar un esquema como este, lo cual no pone en peligro la desinflación, pero sí la dilata. Si bien no quedan dudas acerca de la independencia del BCRA, tanto el significativo stock de Lebac como el profundo déficit fiscal acotan los márgenes de maniobra de la autoridad monetaria”, sostiene Ecolatina.

En ese sentido, la consultora fundada por el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, afirma que la credibilidad e independencia del BCRA son claves. Si hay presiones políticas o necesidades fiscales por parte del Gobierno, la tarea de manejar la tasa de interés de acuerdo con las inflaciones esperadas se complica y pierde credibilidad para los actores.

Además, explica el informe, todos los casos exitosos de desinflación mediante metas de inflación, entre los que se destacan Chile, Perú, México y Colombia, para el caso latinoamericano, y Nueva Zelanda a nivel global, tenían resuelta la cuestión precios relativos. Por eso dice: “El crecimiento en las tarifas públicas impactará sobre el IPC y la estructura de costos de las empresas durante los próximos años y, al existir todavía cierto atraso cambiario, hay riesgo de que el tipo de cambio real muestre presiones al alza en el mediano plazo”.

La credibilidad

La mencionada cuestión de la credibilidad es fundamental para que los actores dejen de pensar en las inflaciones observadas en el pasado y acepten mirar las esperadas en el futuro para tomar sus decisiones económicas. Lo importante en ese caso es que sea la autoridad monetaria quien coordine esas expectativas y decisiones. Al respecto, Ecolatina dijo: “Dado que el aumento de precios objetivo para el año estaba entre 20% y 25% y la inflación core, la que se tiene en cuenta a la hora de hacer política monetaria, no será menor a 30% en 2016, podemos decir que el BCRA comenzó con el pie izquierdo en términos de credibilidad”.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés