Luego de varias jornadas con importantes bajas, la soja se disparó hasta US$ 3,40 en el mercado internacional gracias al debilitamiento del dólar durante la rueda y a la creciente demanda para la exportación, ya que el informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) sorprendió a los operadores al reportar ventas externas por 1,23 millones de toneladas, una cifra muy por encima de lo esperado. De todas maneras, la posibilidad de una cosecha récord del grano norteamericana sigue ejerciendo presión sobre los valores en Chicago, sobre todo después de las proyecciones de FC Stone, que anticipó rendimientos superiores a la media, con lo que se alcanzarían 33,7 quintales por hectárea, un número que de concretarse arrojaría una producción mayor a las 112 millones de toneladas.
De esta manera, la oleaginosa ganó US$ 2,11 en la primera posición; US$ 2,66 en noviembre; US$ 2,85 en enero; US$ 3,12 en marzo y US$ 3,40 en mayo, por lo que cerró el martes a US$ 357,98 por tonelada.
El maíz, por su parte, siguió la buena racha y sumó ganancias, aunque leves. Es que la expectativa de una sobreoferta volvió a condicionar al cereal, a lo que se agrega la confirmación de excelentes rindes por parte de las consultoras, que prevén 110,2 quintales por hectárea.
Frente a este panorama, el cultivo subió apenas US$ 0,10 y concluyó la sesión a US$ 124,70 por tonelada.
