Durante el mes de agosto las plantas siderúrgicas en nuestro país produjeron en conjunto 343.200 toneladas, 27,5% menos que en igual mes del año 2015, cuando se obtuvieron 473.500 toneladas, y un retroceso del 3,6% frente a julio pasado (356.100 toneladas). El desempeño del sector el mes pasado está en línea con lo que viene aconteciendo desde comienzos de año. De esta manera, en los últimos ocho meses la producción acumulada fue de 2.755.900 toneladas, lo que supuso una significativa caída del 17,4%, en comparación a los 3.336.200 toneladas fabricadas en el mismo período el año anterior.
Estos son algunos de los datos difundidos ayer por la Cámara Argentina del Acero, que denotan un panorama por demás complejo en un sector industrial clave. Es que la caída de la actividad, la baja del consumo en bienes durables (autos, electrodomésticos) y el retroceso que viene registrando la construcción impactan de lleno en el sector siderúrgico. A esto hay que añadir la amenaza china, en base a denuncias de dumping y competencia desleal.
En cuanto al hierro primario, la entidad informó que la producción de agosto fue de 183.200 toneladas, 18,9% menos que en julio y un verdadero desplome del 46,4% frente a agosto de 2015. Por su parte, los datos de laminados terminados en caliente y en frío, utilizados en la industria automotriz y de electrodomésticos, también tuvieron números negativos. En el caso de los laminados en caliente la caída fue del 30,7% frente al mes anterior y 44,9% interanual, en tanto que la producción de laminados en frío sufrió un retroceso aún más pronunciado, siendo un 46,5% inferior a julio y 52,7% más reducida que en agosto de 2015.
Pese a estos indicadores, desde la Cámara Argentina del Acero destacan ciertos brotes verdes en algunas actividades. “Al mes de agosto, y transcurridos ocho meses del año, la cadena de valor del acero argentino continúa atravesando un escenario de estancamiento, pero donde algunos sectores comienzan a mostrar signos de crecimiento o alguna recuperación, tal el caso de la maquinaria agrícola que viene creciendo 7% en el año o las ventas de automóviles y motocicletas que tuvieron incrementos positivos en agosto”, señaló comunicado de la entidad.
En lo que se refiere al equipamiento y su mantenimiento, la cámara sectorial enfatiza que hay un uso limitado de su capacidad instalada, producto de la caída de la demanda pero que sin embargo, tiene su costado positivo. “Las plantas productoras de acero operan aún con bajos niveles de utilización de su capacidad instalada, motivo que les permite ejecutar programas de mantenimiento extraordinario con paradas mayores de algunas líneas de producción, incluyendo recambio de motores en algunas de ellas, y realizar adecuación de sus stocks dada la baja demanda de algunos mercados”, agregó la entidad.
El peligro chino
Uno de los temas que más preocupa a las empresas siderúrgicas, y en especial al líder del sector, el conglomerado Techint, de origen argentino y una de los escasas multinacionales de nuestro país, es el ingreso de productos siderúrgicos chinos a precios inusualmente bajos, lo que fue denunciado como competencia desleal. En diciembre próximo la Organización Mundial de Comercio deberá decidir si le otorga o no el estatus de economía de mercado a China, una posibilidad que es rechazada por la industria siderúrgica argentina, por cuanto supondría perder la capacidad de enfrentar la competencia desleal y los derechos antidumping.
Durante la reciente participación del Presidente Mauricio Macri en la Cumbre del G20 en Hangzhou (China) se alzaron las voces que alertaron sobre el perjuicio que causa a las empresas locales el ingreso de productos siderúrgicos chinos. La Unión Industrial Argentina le envió una carta al Primer Mandatario sobre el tema, y la Confederación Nacional de la Industria de Brasil hizo lo propio con el presidente Michel Temer.
