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“La actividad privada está asfixiada por el sector público”

Entrevista a Félix Piacentini, Presidente de NOAnomics.

23 septiembre de 2016

por Florencia Barreiro

“No hay provincias inviables; hay provincias sin empresas”, dijo el economista salteño Félix Piacentini, presidente de la consultora NOAnomics, y generó miradas el cruzamiento de entre las más de 5.000 personas ligadas al campo y la agroindustria que asistían a su charla en el auditorio principal del Congreso CREA, que ayer tuvo su segunda jornada en el predio de La Rural en Palermo.

El economista puso en números una situación grave: se necesitan 300.000 nuevas empresas para dinamizar la actividad de las economías regionales, absorber el exceso de agentes públicos y reducir el empleo no registrado a la mitad. Y aseguró que hay 34%, en promedio, de empleados públicos provinciales que sobran porque su incorporación estuvo por encima del crecimiento poblacional de cada jurisdicción. Esto equivale a 535.000 trabajadores.

Es una realidad histórica que en las provincias el empleo público tiene un peso propio dentro de la estructura productiva y que es una parte fundamental del mercado formal de trabajo, pero Piacentini mostró en su presentación que esta situación se agravó en los últimos años.

La plantilla estatal suma actualmente 3,5 millones de personas, con un crecimiento de 52% para la nacional, 53% para la provincial y del 37% para la municipal en el período 2003 a 2015. Y a la cabeza del ranking provincial con mayor aumento de empleados públicos en ese período está Tierra del Fuego (+108%), Chaco (+92%), Catamarca (+88%), Salta (+84%) y Santa Cruz (+80%).

Este desbalance le cuesta al Estado 10 puntos del PIB, cuando no debería ser superior a 6,5 puntos. Para tener una idea, los cálculos de la consultora aclaran que dos puntos del PIB equivalen a todo el gasto en inversión pública realizado por el Gobierno Nacional en todo un año.

Piacentini le contó a El Economista las propuestas concretas y el camino a seguir para tratar de revertir la sobredimensión del empleo público y estimular la actividad privada.

La foto actual del exceso de empleo público provincial parece alarmante. ¿Qué se puede hacer frente a esta situación?

Aclaro que yo no hablo de despidos. Por lo pronto, hay que quebrar el círculo vicioso y dejar de expandir el sector público. Además de la creación de leyes que puedan limitar los nombramientos, proponer, por ejemplo, que el empleo público no pueda estar por encima del crecimiento poblacional. Por supuesto, analizando cada dependencia. Otra propuesta es tomar medidas como las que tomó España: de cada dos empleados que se jubilan en el sector público, sólo se repone uno. Estas son medidas que permitirían reacomodar la situación. Y después hay que estimular al sector privado para que de a poco pueda absorber ese exceso.

¿De qué manera se lo puede estimular?

Primero, hay que dejar de utilizar al empleo público como una política asistencialista, social o electoral. Y este debe ser un compromiso asumido por todos los gobernadores. De este modo, el Estado puede claramente acompañar el crecimiento de la actividad privada. Si pone punto final a la expansión de la planta pública se libera de gastos que pueden destinarse a infraestructura y dedicarse a aumentar la competitividad de las empresas. El sector privado está asfixiado por el sector público.

¿Debe ser un proceso progresivo?

Sí. La idea es, por ejemplo, apuntar a incrementar la creación de empresas privadas 5% durante ocho años. Es una meta ambiciosa pero no imposible. Hablo de crear 3, 1millones de puestos de trabajo, para absorber el exceso y reducir el empleo informal.

¿Cómo ve a las economías regionales para encarar este crecimiento de empresas?

Las economías regionales tienen una ventaja que no pueden desaprovechar: crecer a partir del campo. Si bien es un sector que no emplea mucha gente de manera directa, mueve mucho empleo indirecto y regenera actividades secundarias, tanto industriales como comerciales. Creo que es una de las pocas esperanzas. Por eso hago tanto hincapié en la necesidad de brindar infraestructura que le brinde ventajas productivas.

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