por Florencia Barreiro
El último día del mini-Davos tuvo a la innovación en el centro de la escena. No parece casual que esta dedicación especial a los procesos creativos, el ecosistema emprendedor y la ciencia o tecnología se ligue con el de las inversiones. El Gobierno da señales sobre la importancia que le asigna a estos conceptos para el crecimiento económico, la creación de empleo y, tal como se empeñan en repetir los funcionarios, derrotar a la pobreza. Y aunque todavía se habla en potencial empieza a convertirse en un eje de la gestión.
El último día del foro tuvo entre sus oradores a varios funcionarios oficiales que se ocuparon de poner en sus discursos a la innovación como motor de la economía. El ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao ?el único sobreviviente de la gestión kirchnerista? abrió las charlas dejando en claro esto: “Queremos crear riqueza a partir del conocimiento”, dijo. “La idea es buscar soluciones disruptivas en áreas en las que tenemos ventajas competitivas como la biotecnología. Y arremetió: “Creemos que podemos ser un Silicon Valley de la biotecnología a escala regional”.
Francisco Cabrera, ministro de Producción, también puso en claro el acompañamiento que el Estado Nacional pone a proyectos que aportan tecnología a la producción. “Hoy es un día distinto dentro del foro y vamos a hablar de la Economía del futuro”, resaltó para dar cuenta de cómo el sector público invierte y financia estas iniciativas.
En el marco de la Ley de Emprendedores que espera aprobación en el Congreso, Cabrera recordó que hay diferentes alternativas que promueven para que empresas y pequeños inversores apuesten a estos proyectos. “Queremos poner en marcha en dos años diez fondos de inversión de riesgo US$ 30 millones cada uno, dedicados a innovación”, dijo. “El Estado tendrá un aporte de hasta 40%”. Y para atraer capitales, 75% de lo que inviertan puede ser descontado del impuesto a las ganancias (hasta un tope de 10% del impuesto total).
Pero uno de los puntos más importantes que quisieron mostrar los funcionarios del Gobierno de Mauricio Macri es que basan su estrategia en que el ecosistema emprendedor y el de la innovación se potencien en la relación y articulación públicoprivada.
Barañao destacó el trabajo específico que están haciendo desde el Ministerio para financiar iniciativas que puedan unir a los empresarios con el conocimiento científico. “El Fondo Argentino Sectorial (FONASEC) financia proyectos públicoprivados donde el investigador viene de la mano del empresario a pedir el financiamiento para determinado sector y proyecto”, explicó. Hemos financiado proyectos por US$ 7 millones como subsidio pleno. En este sentido se trabaja con iniciativas que van desde el sector de medicamentos a la agroindustria.
El secretario de Emprendedores y PyMEs, Mariano Mayer, detalló las inversiones que el Estado, en coordinación con los privados piensa hacer para el desarrollo emprendedor en la etapa de inicio y crecimiento de los proyectos. Los principales referentes al respecto son Israel y Estados Unidos. “Con el nuevo marco legal vamos a poder tener dos herramientas de financiamiento. Vamos a coinvertir en doce aceleradoras y, además, darle fuerza al fondo de fondos, principalmente para apalancar proyectos que necesitan entre US$ 500.000 y US$1.000.0000”, aclaró.
Por su parte Jorge Aguado, subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, dio cuenta del próximo lanzamiento de la plataforma Mercados de Innovación Argentina (MIA) que es un paso fundamental para el desarrollo del financiamiento colectivo o crowdfunding en iniciativas innovadoras que van desde Big Data, química molecular, nuevos materiales, neurociencia o alimentación a sociología o arquitectura. Esto está ligado directamente con los proyectos estratégicos que presentó hace poco el Ministerio de Ciencia y Tecnología y que unen la innovación con oportunidades y requerimientos del mercado.
