El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 23°C

Empleo decente para luchar contra la pobreza

19 septiembre de 2016

Según el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, publicado recientemente por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hacen falta US$ 10 billones para erradicar las pobrezas extrema y moderada en el mundo para 2030, pero no es realista considerar que se puede alcanzar ese objetivo únicamente con transferencias de ingresos. “No será posible reducir la pobreza de manera duradera sin empleo decente”, señala.

Según el informe, casi un tercio de las personas que viven en situación de pobreza extrema y moderada en los países emergentes y en desarrollo tienen un empleo, aunque precario. En algunas ocasiones no son remunerados o se concentran en ocupaciones que requieren pocas calificaciones y, ante la ausencia de protección social, los trabajadores dependen casi exclusivamente del ingreso laboral. Además, dos tercios de los empleos corresponden a actividades agrícolas de baja productividad.

El informe destaca que existen obstáculos estructurales que impiden la creación de empleos de calidad y, a su vez, la reducción de la pobreza. Por un lado, “una estrecha base económica ha ralentizado el ritmo de reducción de la pobreza”. De hecho, “las mayores limitaciones en materia de reducción de la pobreza se observan en los países cuyas exportaciones dependen de los recursos naturales y de los bienes primarios”. El estudio señala que en algunos países, por ejemplo, el crecimiento económico parece haber exacerbado la pobreza, principalmente porque la exportación de productos primarios suele tener un escaso efecto indirecto sobre el resto de la economía y un impacto limitado sobre la creación de empleo.

El crecimiento económico poco diversificado también agrava la desigualdad de ingresos, pues los beneficios se concentran en grupos pequeños de personas que están mejor situados para capturar las ganancias. “Los ricos deben asumir cierta responsabilidad por la perpetuación de la pobreza”, sostiene.

Por último, apunta que la pobreza suele ser el resultado de un marco institucional débil que margina a los grupos vulnerables. Entre las debilidades del marco institucional destacanlas limitaciones en los derechos de los trabajadores, los avances insuficientes a la hora de crear instituciones del mercado de trabajo sólidas, la existencia de entornos inadecuados para el desarrollo de las empresas, y la presencia de mecanismos de gobernanza ineficaces o corruptos.

Propuestas

Según observan los investigadores de la OIT, para que el crecimiento económico facilite la reducción de la pobreza debe tener una base amplia y evitar descuidar los sectores rezagados.

Además, es importante estimular la creación de empresas sostenibles. Para ello, es necesario hacer ajustes a las normas en materias de negocios y fomentar un entorno sólido para facilitar la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las que ya existen. “Al formalizar las actividades económicas y el empleo, se ampliará la base imponible, lo cual permitirá financiar programas centrados en la reducción de la pobreza”, agrega.

En segundo lugar, la OIT destaca la necesidad de consolidar los derechos laborales y las instituciones del mercado de trabajo para que puedan alcanzar a las personas en situación más precaria. Por otro lado, sugieren mejorar la eficacia de las políticas sociales y de empleo, y de ampliar su alcance. Finalmente, la organización de la ONU propone dedicar recursos suficientes para implementar las estrategias delineadas.

Por último, la lucha contra la pobreza debe tomar en cuenta los eventos que le están dando forma al mundo del trabajo. Tanto el rápido cambio tecnológico como el surgimiento de nuevos patrones de globalización ?como la ampliación de las cadenas globales de valor? brindan nuevas oportunidades para llegar hasta zonas remotas, elaborar herramientas de política más reactivas y mejorar los marcos institucionales. Sin embargo, la concreción de estos beneficios potenciales no será automática y generará nuevos riesgos, sobre todo, en el caso de los grupos vulnerables, que en ciertos casos no cuentan con las calificaciones necesarias ni con la fuerza de negociación suficiente como para participar de las ganancias.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés