por Mariano Cúparo Ortiz
El PIB cayó 3,4% durante el segundo trimestre del 2016, en comparación con el mismo período de 2015, consolidando una caída de 1,7% durante el primer semestre, según publicó ayer el Indec.
Esta caída fue mayor a la esperada e incluso superior a la señalada por el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), del propio Indec, que el mes pasado había informado una caída de 1,3% para el primer semestre y de 2,8% para el segundo trimestre.
Otro dato fundamental es el desestacionalizado, que compara al segundo trimestre con el anterior, que demuestra la continuidad y profundización de la recesión durante ese período. Arrojó una caída de 2,1% y fue por lejos la más alta desde que se entró en terreno recesivo. En el primer trimestre esa caída intertrimestral había sido de 0,5% y en el último del año pasado de 0,6%. Es decir: se agravó la caída y más que triplicó a la desestacionalizada del trimestre anterior.
Una caída global Si se observa la demanda global, se registran retracciones en todos los frentes durante el segundo trimestre.
La exportación de bienes y servicios reales, a pesar de la corrección cambiaria con la que el Gobierno abrió su participación en los destinos de la economía, se contrajo 1,9%. La inversión, por su parte, cayó 4,9%. El consumo del Gobierno retrocedió 2% y el consumo de los hogares 0,1%. Al respecto, la consultora Labour Growth Capital (LCG) sostuvo: “Desde la crisis de 2001 esta es la primera vez con caída interanual en todos los componentes de la demanda”.
Al detenerse en la formación bruta de capital fijo, la variación de -4,9% se explica por “la disminución de 15,7% de la inversión en construcciones, de 13,6% de otras construcciones, un incremento de 5,3% en maquinaria y equipo y una caída de 0,8% en equipo de transporte”, tal como informó el Indec.
La oferta
Por otro lado, mirando desde el lado de la oferta, y teniendo en cuenta unas importaciones que crecieron 8,7% con un PIB cayendo 3,4%, se ve que la oferta global bajó 1,2% en la comparación interanual durante el segundo trimestre.
Un dato sorprendente aparece cuando se observa la división por sector de actividad. Aunque el Gobierno arrancó su gestión con una corrección en el tipo de cambio para favorecer la competitividad de los sectores exportadores, a las que acompañó con quita y baja de retenciones, el sector de agricultura, ganadería, caza y silvicultura mostró una caída de 7,9% en su producción durante el segundo trimestre, que se sumó a la de 6,5% del primero. La industria tuvo una caída idéntica. Minas y canteras cayó 5,5%, construcción 10,2% y comercio 2,1%.
Lo que viene
Para ir anticipando la continuidad en julio y agosto (el EMAE de julio sale el martes que viene), es útil observar el Indice General de Actividad (IGA) de Orlando Ferreres, que dio para agosto una caída interanual de 2,4%, bastante menor a la de 5,5% que se había dado en julio. La idea de que en ese momento se pudo haber tocado un piso se potencia al observar el desestacionalizado que compara agosto con julio, que dio un leve crecimiento de 0,3%. Con todo, el acumulado enero-agosto del IGA observó una caída interanual contra el mismo período de 2015 de 2,1%.
