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“El apetito por los bonos argentinos va a ser más selectivo”

Entrevista a Federico Semeniuk.

26 septiembre de 2016

En diálogo con El Economista, Federico Semeniuk, gerente de desarrollo de negocios de Ecolatina, ofrece su visión sobre el plan fiscal, el peso de la deuda, el dólar y el apetito por la deuda soberana criolla.

¿Lo preocupa el tamaño del déficit fiscal y el endeudamiento que se precisa para financiarlo?

Entre las múltiples medidas que se tomaron y que se pueden resumir en la faceta cambiaria, inflacionaria y fiscal, esta es la que viene más rezagada. El déficit fiscal 2017 va a ser parecido a la de 2016 y la señal que se da en términos de ajuste fiscal es mucho menor a lo que originalmente se pensaba. Desde ya responde a una cuestión de exigencia o restricción social y política, que el Gobierno no desmerece. Por una cuestión obvia, que son las elecciones del próximo año, en las que tiene que ratificar su legitimidad en el poder. En la pugna entre shock y gradualismo hoy empieza a tomar más cauce el segundo camino.

¿Pero preocupa la deuda?

Hay que mirar con mucha cautela el crecimiento de la deuda tanto nominal como en porcentaje del PIB. Sobre todo en un contexto en el que no hay una reducción del déficit fiscal como la que se esperaba. Sin esa reducción del déficit, la potencialidad de seguir reduciendo la tasa de interés a la que se coloca en los mercados también se ve acotada. Ya hubo una reducción importante, tomando como referencia el 7% promedio al cual se tomó deuda en abril, pero aún se está muy por encima de los niveles del resto de la región. Seguir financiando indefinidamente el déficit con deuda no es sano.

Entonces, ¿no prevé una comprensión de spreads soberanos en 2017?

Ya hubo un achicamiento considerable. A partir de ahora, cada punto extra de recorte en las tasas va a ser más arduo de lograr. Sobre todo con estos pronósticos fiscales. Igual se va a seguir reduciendo.

¿Habrá apetito por los bonos?

Hay que emitir bastante... Quizá no tanto como hace un tiempo atrás, pero seguimos detectando apetito por la deuda argentina, y soentrevista Federico Semeniuk bre todo por lo elevado de las tasas. Y ayuda el hecho de que la Fed siga demorando la suba de sus tasas. Eso hace que el diferencial sea mayor y que el atractivo los retornos sigan siendo interesantes. Más allá de eso, teniendo en cuenta que la emisión reciente para el pago a los holdouts fue récord histórico entre los emergentes, en algún momento el apetito va a ser más selectivo. Y en ese sentido es importante la diferencia entre lo que son emisiones del Gobierno y las de las provincias. En el sector público provincial se van a empezar a exigir tasas mayores y eso no parece tan saludable. Una de las últimas que colocó fue Chaco y lo hizo a 9,5%. Es una tasa que hace recordar más a 2015 que a los niveles actuales. Desde ya toda emisión provincial tiene un spread por sobre las emisiones nacionales, pero el riesgo mayor que detectamos es ese: que las provincias le sumen combustible a un endeudamiento excesivo. Más allá de eso, si uno empieza a limpiar los elementos que componen la deuda pública total en términos del PIB, hay una gran parte que sigue siendo intrasector público y otra parte con organismos multilaterales o bilaterales, es decir, se puede hacer un roll-over. La deuda en torno al 55% del PIB se ve recortada cuando uno mira cuánto es la deuda al sector privado en moneda dura.

Entonces, el corto plazo no es preocupante...

No, pero habrá que ver la sostenibilidad en la medida en que el Gobierno logre, más allá de 2017, cumplir con una meta de reducción del déficit fiscal un poco más ambiciosa. Así está planteado, pero arrancó con el pie izquierdo.

¿Cómo ven el dólar en 2017?

Coincidimos con el Presupuesto que, si bien no plantea los números para el tipo de cambio para fin de año, muestra que se movería en torno del 20%. Incluso un poco por encima de lo que planteamos para el promedio del año. Pero, considerando un tipo de cambio devaluándose punta a punta en torno al 20% y una inflación mayor a la meta oficial, ya que creemos que va a estar en el 22%, vemos una continuidad de cierto atraso cambiario.

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