El jefe de Gabinete, Marcos Peña, salió ayer a criticar a la expresidenta Cristina Fernández, quien había acusado al gobierno de Mauricio Macri de estar detrás de las denuncias en su contra por presunta corrupción, y advirtió que ella, “como cualquier otro ciudadano argentino”, debe “responder por sus acciones ante la Justicia”. Luego de que el juez Julián Ercolini citara a la exmandataria a indagatoria para octubre próximo en una causa por presunta corrupción en la obra pública, Peña replicó que el Ejecutivo “no está ocupado” en complicarle la situación judicial a Fernández de Kirchner, sino “en poder resolver los muchos temas que nos ha dejado pendientes en este país”.
A su vez, la intervención de la expresidenta de ayer no se destinó a defenderse de las denuncias, como en otras oportunidades, sino a cuestionar el rumbo económico del Gobierno y, en particular, su política satelital. Lo hizo vía Facebook, en una publicación que llevó por título “No es la competitividad, es la continuidad, estúpido”. Allí Cristina hizo un repaso de su política en la materia y una lectura de la realidad del país. “Macri recibió un país muy distinto a aquel que tuviera que conducir Néstor Kirchner. La desocupación era de un dígito, la deuda con el FMI estaba cancelada y el país había sido desendeudado en forma inédita, a punto tal que la deuda ya no era el condicionante de la economía argentina, como sí lo fue durante décadas”, señaló.
La expresidenta puso en cuestión los proceso que lleva la Justicia en su contra y consideró, en más de una oportunidad, que están atravesados por lógicas estrictamente políticas, colocando responsabilidades en el Gobierno. “Nosotros no somos como ellos; estamos dejando que actúe la Justicia y ella, como cualquier otro ciudadano argentino, al igual que lo ha hecho el Presidente o la vicepresidenta y todos, tiene que responder por sus acciones ante la Justicia”, enfatizó Peña.
En esta ocasión, Cristina disparó críticas a la política económica y satelital del país, reproduciendo un texto propio que servirá de prólogo para el libro del ingeniero Matías Bianchi, extitular de la empresa estatal Arsat. “Cuando el Estado intervino estableciendo como política el desarrollo de tecnología de punta e invirtiendo recursos, pusimos dos satélites en órbita, diseñados y construídos por argentinos. En este caso, la apertura es sólo un eufemismo para abortar la soberanía satelital argentina y volver a la dependencia tecnológica”.
