Un informe elaborado por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) señaló que durante la semana del cinco al nueve de septiembre ingresaron US$ 328.534.616 en concepto de venta de granos y derivados procesados, lo que representa una baja del orden del 18% frente a los US$ 388.055.348 correspondientes a los cinco días previos.
De todas maneras, el número resulta acorde a las últimas liquidaciones, que registraron varias caídas consecutivas ya en el fin de la cosecha 2015/16. De hecho, hace un año atrás se liquidaron US$ 252.439.451, una cifra que se ubicó muy lejos de las últimas recaudaciones del sector.
Ahora, se prevé que el ritmo en la comercialización empiece a frenarse debido a que los productores están a la espera de una nueva rebaja del 5% en las retenciones a la oleaginosa, la única que no obtuvo la eliminación total de impuestos, como sí ocurrió con el resto de los cultivos. La caída de los precios internacionales, en tanto, también contribuyó al retroceso después del récord de junio, cuando los valores superaron a los de 2014, con US$ 432 por tonelada.
Más ventas
En cuanto a los ingresos acumulados en lo que va del año, el monto asciende a US$ 17.866.461.947, lo que significa un incremento del 14% con respecto a igual período de 2015, cuando se percibieron US$ 15.610.139.712. Por eso, el sector es optimista en relación a las perspectivas para lo que resta de 2016. En ese sentido, CIARA y CEC, entidades que representan un tercio de las ventas externas, resaltaron que “la mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, anticipación que ronda los treinta días en el caso de los granos y alcanza hasta los noventa días en el sector de aceites y harinas proteicas”.
Bajas en Chicago
Lo que preocupa es el descenso de las cotizaciones a nivel mundial. Ayer, en Chicago la soja volvió a desplomarse y perdió hasta US$ 5,88 por tonelada en su vencimiento más lejano, en una jornada marcada por las estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que volvió a elevar su pronóstico de cosecha. Con 3,80 millones más respecto de agosto, la campaña actual totalizaría 114,33 millones de toneladas, un número que superó las expectativas de los operadores, que esperan que esto se traslade a los stocks finales.
Así, la oleaginosa cerró a US$ 361,74 por tonelada en el disponible, posición en la que bajó US$ 4,68.
Contrariamente, el trigo reaccionó de manera positiva luego de la publicación del organismo norteamericano. Es que, con pocos cambios sustanciales en los balances, el USDA confirmó una reducción en la oferta mundial debido a la creciente demanda para la exportación, que se vio incentivada por los niveles mínimos en los precios del cereal en una década. Pese a la baja en la cosecha europea, Australia incrementó su producción en un millón de toneladas, lo que contrarrestó las mermas que se dieron por mal clima, sobre todo, en Francia.
De esta forma, el grano cerró a US$ 140,82 por tonelada, con ganancias que fueron de US$ 1,47 a US$ 2,66 por tonelada en los primeros vencimientos.
El maíz, por su parte, no mostró grandes movimientos, ya que el informe resultó en consonancia con lo previsto por el mercado: el volumen quedó en 383,38 millones de toneladas, 1,5 millones menos que la estimación anterior, mientras que los stocks serían de 60,56 millones frente a los 61,19 del mes pasado.
Ante este escenario, el cereal finalizó con una caída de US$ 0,30 por tonelada y concluyó la rueda en Chicago a US$ 129,62.
