En la jerga política estadounidense se define como “flip-flop” a la situación en la cual un candidato que va saltando de una posición a otra con relación a un tema. Para muchos analistas es lo que está ocurriendo con Donald Trump en los últimos días con relación a la inmigración.
Sus asesores apostaron a moderar su imagen y consideraron que esa el tema adecuado para lograr ese objetivo. Así Trump pasó de la propuesta de construir un muro en la frontera con México a una posición más matizada pero que no alcanza a definir con precisión. La sociedad puede con el tiempo valorar el cambio de opinión de un candidato pero a pocas semanas de las elecciones se consume demasiada energía política explicando sus motivos. Trump, cada vez más lejos
Las perspectivas
La situación electoral de Trump se sigue complicando. Está seis puntos detrás de Hillary Clinton en el promedio de las encuestas nacionales pero además está perdiendo en los estados decisivos y por eso muchos analistas creen que la diferencia a favor de la candidata demócrata en el Colegio Electoral será abrumadora. Podría superar los 350 electores superando ampliamente los 270 que son necesarios para llegar a la Casa Blanca. Ayer, The New York Times publicó una lista de más de cien figuras con mucha trayectoria en el Partido Republicano que ya anunciaron que no van a votar por Trump. Y buena parte del discurso de Hillary en los últimos días apunta a conquistar votos republicanos. Esa situación puso en estado de alerta a aquellos republicanos que compiten por una banca en el Congreso
Además, la situación económica del país sigue mejorando como dejaron en claro Janet Yellen y otros funcionarios de la Fed que sostuvieron que se están fortaleciendo los argumentos a favor de una suba de las tasas de interés. Y en las próximas semanas seguirán apareciendo datos que refuercen esa visión.
