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¿Puede recuperarse el consumo?

Los próximos meses pueden mostrar cierta recuperación del gasto, aunque el consumidor se aferra a racionar cada vez más sus decisiones de compra.

05 agosto de 2016

por Florencia Barreiro

El nuevo dato de una caída de 8% interanual en las ventas de los comercios minoristas en julio pusieron otra vez una señal de alerta sobre la evolución del consumo. Según el estudio de la CAME, este es el séptimo mes consecutivo de contracción. Por el contrario, los recientes números del patentamiento de autos mostraron el mes pasado un repunte de 2,2% interanual y cerca de 13,8% de suba frente a junio. ¿Hacía dónde va el consumo?

Panorama

Los analistas coinciden en que el impacto de la corrección de precios relativos fue fuerte en el segundo trimestre. En esos meses se combinó el efecto del atraso de las paritarias y el ajuste que empezó con la devaluación y siguió con el incremento de tarifas. Martín Vauthier, economista del Estudio Bein, señala, además, que el “el efecto “psicológico” de haber recibido las facturas (sobre todo gas y agua) con aumentos superiores al 400%, también sumó incertidumbre al bolsillo del consumidor.

Los números del primer semestre son reveladores y muestran una clara retracción en el poder de compra. Si bien hay diferentes mediciones, las ventas minoristas promediaron una caída superior al 6% interanual y el consumo masivo se derrumbó 3%. En tanto, las ventas de electrodomésticos se desplomaron 12% mientras que los ingresos de los supermercados se contrajeron 8% y las ventas en shoppings cayeron cerca de 10%.

“Las ventas de autos nuevos son una excepción a esta tendencia”, destaca Lorena Giorgio de Econviews. “Y fueron impulsadas en gran medida por los numerosos descuentos y promociones que ofrecen varias automotrices”.

Recuperación

A pesar de una foto bastante pesimista, hay coincidencia en los analistas de que la situación debería ser distinta de aquí en más. Aunque también hay consenso en que el cambio de expectativas se hace desear. “La desaceleración de la inflación, con el dólar tranquilo y la pausa en la corrección tarifaria ? una vez aclarada la incertidumbre en torno a las decisiones de la Justicia? deberían mejorar el consumo”, destaca Vauthier.

Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market y asesor de la Came, coincide en que si bien se racionalizó el consumo al máximo ?frente a una caída de 15% del poder adquisitivo? en los últimos meses del año deberían verse caídas más moderadas.“Con el segundo tramo de paritarias y un menor ritmo de la suba de los precios, el escenario debería se distinto”, destaca.

Los beneficios del blanqueo y especialmente la mejora en los ingresos de los jubilados también podrían jugar a favor. Aunque el impacto sería limitado en el corto plazo, hasta que finalmente se recompongan los haberes y se cierre la reparación de los juicios pendientes.

Asimismo, hay cierta confianza en que los anuncios de inversiones en obra pública ? con mayor gasto de capital? y la llegada de inversiones puedan aportar su grano de arena. “El efecto movilizador sobre el empleo también puede ayudar a darle un impulso adicional al consumo”, destaca Vauthier.

A pesar de cierta perspectiva optimista, los pronósticos ponen un piso de 2,5% para la caída del consumo en todo 2016. “Nosotros esperamos que el consumo privado modere su caída hacia el segundo semestre”, confirma Giorgio de Econviews. “Aunque proyectamos una baja de 4,5%, basados en el estancamiento de la actividad económica y el deterioro de los salarios reales y las expectativas”.

Hábitos y estrategias

Los analistas destacan que las empresas, cadenas y comercios están inundando al mercado con ofertas para tentar a los consumidores en un contexto en el que les cuesta mantener los ingresos por la caída en la actividad. Las rebajas de hasta 50% de fin de temporada en indumentaria o calzado se suman a las promociones de hasta 70% en la segunda unidad del “super” durante los fines de semana. En este contexto, los descuentos de las automotrices y concesionarios en algunos modelos habrían ayudado a seducir a los compradores que buscaron el recambio del auto.

“En lo que se refiere al consumo masivo, la radiografía del consumidor argentino muestra que una de las estrategias que está implementado es la de buscar alimentos sustitutos que abaraten los gastos”, explica Di Pace, de Focus Market. En este contexto en el primer semestre se observa un aumento en las compras de enlatados, harinas, fideos, sopa e infusiones. “Asimismo, cae el consumo de carne vacuna y crece y el de cerdo”, destacan

Cuestión de precios

Con este mismo criterio hay una tendencia a abandonar las marcas habituales. En los últimos seis meses hubo un desplazamiento de la demanda de primeras marcas- que cayeron 8%- hacia las segundas marcas, que subieron 5% en volumen, según Focus Market.

Un reciente estudio de Nielsen confirma que el costo y la administración del presupuesto de forma racional son las principales variables de ajuste: 30% de los encuestados locales creen que “el precio es el factor más decisivo, incluso sobre el sabor y la marca” cuando consumen frescos, lácteos, pollo, comida envasada y productos para el cuidado personal.

El canal tradicional ? fiambrería, carnicería, verdulería y granja?aprovecharon esta tendencia que se fue arraigando cada vez más “El l ticket promedio en los autoservicios de cercanía fue de apenas $141, con la compra promedio de 4,5 unidades por acto”, revela Di Pace. “Esto muestra que el gasto estuvo dirigido a la reposición y no a tratar de acumular stock”.

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