Los precios pagados a los productores primarios de leche sigue profundizando un entorno de quebranto, caracterizado por la suba de costos de producción y la pérdida de rentabilidad en muchos establecimientos. Así lo denunció ayer la Mesa Lechera de Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) en un pronunciamiento en el que alerta sobre la gravedad de la crisis que afecta a amplios sectores de la actividad y está haciendo desaparecer a numerosos tambos en las principales regiones productivas.
La inflación también agrava la situación y los problemas de competitividad, en tanto que se viene reduciendo la participación del productor primario en el precio final al consumidor. Así, los productores
lecheros nucleados en CAME se reunieron en un tambo cercano a San Miguel de Tucumán y solicitaron a las autoridades la implementación de medidas sectoriales concretas de apoyo a los productores.
Entre las medidas puntuales CAME exige declarar la emergencia del sector lácteo, mantener la quita de retenciones al IVA e Impuesto a las Ganancias, “para mantener el capital de trabajo”, y que tanto la Nación como la Provincia y municipios reintegran a la cadena parte de los impuestos y tasas percibidos, entre otras. Además denuncia una alta concentración, en la que seis empresas grandes concentran el 60% de la actividad, mientras que el 40% restante está atomizada en una gran cantidad de usinas lácteas pymes.
