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Nuevos aportes a la reforma

El proyecto electoral del Ejecutivo recibió críticas y respaldos de especialistas y de la oposición en el Congreso

10 agosto de 2016

El debate por la reforma electoral impulsada por el Gobierno sumó ayer un capítulo más. Por la mañana, se desarrolló un debate con funcionarios, legisladores y conocedores en la materia para profundizar los temas de la iniciativa y por la tarde un plenario de comisión en Diputados avanzó con el tratamiento parlamentario, que podría contar con dictamen de mayoría la semana que viene.

El sistema de votación que busca introducir el Gobierno fue puesto en debate en una jornada organizada por Argentina Elige llevada a cabo ayer en el Congreso, de la que participaron invitados por Cippec los norteamericanos Steven Martin y Samuel Issacharoff, quienes disertaron acerca de la introducción de sistemas electrónicos de votación y el financiamiento de la política, respectivamente.

Entre los principales consejos que dejó Martin, uno fue la necesidad de imprimirle gradualidad a los cambios. “La nueva tecnología tiene que ser introducida de una forma gradual, balanceada, teniendo en cuenta tanto los beneficios como los riesgos de que potencialmente se puedan socavar los principios detrás de las elecciones democráticas”, dijo. Asimismo, en cuanto a la redacción final del proyecto de ley, planteó que “todos los aspectos tienen que ser regulados”.

En representación del Poder Ejecutivo, Adrián Pérez defendió el proyecto enviado por el Gobierno al Congreso con el argumento de que “la incorporación de tecnología en los procesos es un hecho ineludible” que se da “en todo el mundo” y que será “un facilitador para el ciudadano” a la hora de votar. “Es la opción más ventajosa dado el sistema de internas abiertas con oferta grande y simultaneidad de elecciones”, planteó y consideró que “la boleta única electrónica permite un conteo rápido y deja una constancia en papel”, plausible de ser contrastada contra los votos emitidos de manera electrónica.

Por su parte, el senador del PJFpV, Juan Manuel Abal Medina, fue cauteloso a la hora de considerar las ventajas de avanzar hacia el nuevo sistema. “Tendemos a creer que nuestro sistema electoral es muy malo y es el único lugar del mundo donde se vota así, cuando en realidad es un sistema que ha demostrado que cumple los principales requisitos que tiene que tener: confianza y seguridad”, sostuvo. “Si esta aplicación de nuevos sistemas de votación nos ayuda a fortalecer los partidos, me parece interesante. Si no, trabajemos otras soluciones”, indicó. En la misma línea, para Steven Martin, la incorporación de tecnología en el proceso electoral “es una posibilidad, no es una obligación”.

En cambio, quien fue más enfático en el rechazo fue Alberto Dalla Vía, presidente de la Cámara Nacional Electoral (CNE), que se opone fuertemente a la reforma y reclama la administración del proceso electoral para sí, en lugar del Ministerio del Interior. “Las elecciones nunca han generado problemas de legitimidad en Argentina y ese es un valor a preservar. No podemos dar saltos al vacío, tenemos que ser muy cuidadosos”, consideró y propuso la introducción de la boleta única en papel. “No nos oponemos a que sea electrónica en la medida en que el sistema tenga los controles suficientes”, opinó y advirtió que “una de las mayores preocupaciones en ese sentido son los tiempos” para la auditoría del nuevo sistema y “los recursos para hacerla”. Desde el Ministerio del Interior, no obstante, sostienen que los cambios se pueden introducir hoy para todo el padrón para las elecciones de 2017. El Ministerio de Modernización, de hecho, tiene un software diseñado y ha hecho simulaciones de voto.

A su vez, la diputada de Cambiemos, Carla Carrizo, se manifestó a favor de la reforma en general y advirtió que la iniciativa es un “proyecto mínimo” sobre el que deberá trabajar el Congreso, pero cuestionó la posibilidad de dejar para después de las PASO la elección del vicepresidente.

No están definidas aún las modificaciones, pero la oposición aumentó su descontento por la falta de certezas en el sistema de votación que se utilizará. El oficialismo se mostró parcialmente abierto y aseguró que se tomarán el tiempo que se requiera para continuar el debate.

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