A poco de cumplirse el primer Día de la Industria de la era Cambiemos y en diálogo con El Economista, Urtubey comenta la realidad del sector manufacturero, habla de la relación con el Gobierno, advierte sobre el crecimiento de las importaciones de bienes de consumo y señala que la llegada de inversiones “no es algo inmediato sino un proceso”.
“Ya no es un tema la inflación”, declaró ayer el ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay. ¿Coincide o es un tema que aún preocupa?
El principal desafío en Argentina es combatir la inflación, pero sin ir en detrimento del mercado doméstico ni de nuestra actividad económica. Si vemos, por ejemplo, el posicionamiento de las Lebac vemos que se la ha puesto un freno a la economía. Más allá de que la inflación empieza a declinar, no creo que sea un tema resuelto. Hay que darle un seguimiento permanente y, como decía, desde una visión del desarrollo y potenciando la oferta productiva para combatirla, y no restringiendo la demanda.
Mencionó “mercado doméstico” y “demanda”. ¿Eso es lo que hoy más preocupa a los empresarios y, particularmente, a los industriales?
Sí. Miremos lo que está pasando con la actividad industrial: cayó 4% en el primer semestre. Es una caída fuerte.
Esto, dice el Gobierno, se empezará a revertir en los próximos meses por la baja en la inflación y cierta recuperación del salario real. ¿Coincide?
Mi expectativa es que, en línea con eso, empieza a haber una visión sistémica de acercar líneas de crédito productivas, accesibles y a tasas razonables. Por otro lado, tampoco es menor el capítulo tributario en el país. Es excesiva y hay que bajarla. Tampoco colabora lo que está pasando con las importaciones y, sobre todo, con los bienes de consumo: en el primer semestre, subieron 22,5%. entrevista José Urtubey
¿El Gobierno debería tener más cuidado con esa dinámica?
Sí, ese incremento de 22,5% en una economía en recesión es excesivo.
El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, dijo hace algunos días que “algunos empresarios son remolones para invertir”. ¿Coincide o aún faltan más certezas para hundir capital?
Resaltó positivamente que Frigerio no generalice, como hizo Prat-Gay hace algunos días cuando mandó a hacer gimnasia a los empresarios. Rescato las palabras de Frigerio, quien además es un interlocutor que tiene una mirada desarrollista. Dicho esto, las inversiones hay que verlas como un proceso. No es algo inmediato. Las inversiones llegarán cuando empecemos a corregir el rumbo y nuestras variables económicas entren en un círculo virtuoso. Soy optimista que vendrán si eso ocurre.
¿Cómo está la relación entre los empresarios y el Gobierno?
Así como rescataba la actitud de Frigerio, también destaco la de Marcos Peña, a quien recibiremos el jueves en la UIA. Hay buen diálogo y esperemos que las reuniones den sus frutos.
El Gobierno, a diferencia del anterior, habla menos de industria. Eso no implica que no tenga una vocación hacia el sector pues, como sabemos, en política no importa tanto lo que se dice como lo que se hace. ¿Qué piensa?
Tengo la expectativa de que, a partir de lo que pasó con los cuadros tarifarios, el Gobierno muestre una actitud de diálogo para redefinir la oferta productiva, y percibí esa actitud en el Consejo de las Américas de la semana pasada. Es interesante.
El jueves, se celebra el primer Día de la Industria de la era Cambiemos. ¿Qué plantearán allí?
Tendremos una actitud constructiva, contaremos cuál es la realidad de la industria y siempre con una visión optimista de poder empezar un diálogo multisectorial.
