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La Bolsa ganó por goleada desde el 31 de diciembre

En épocas de recesión, inflación y bolsillos flacos, los inversores buscaron un refugio para proteger sus ahorros. Las acciones no defraudaron.

12 agosto de 2016

por Diego Martínez Burzaco

Hace apenas unos días, el BCRA publicó el Informe de Estabilidad Financiera donde evidenció una importante conclusión para los argentinos que ahorran e invierten.

Tomando $ 100 en abril del 1981, si uno lo hubiera invertido en una propiedad promedio y hubiera obtenido una renta regular por el alquiler, hoy podría tener una mayor cantidad de dinero que no solo le permitiría conservar el poder adquisitivo sino, incluso, haberlo aumentado.

Quienes hubieran optado por invertir esos $ 100 originales en dólares como refugio o en la constitución de un plazo fijo renovándolo al vencimiento hasta la fecha, habría perdido 27,8% y 98,6% en términos reales. En palabras simples, el poder de compra se hubiera destruido.

De esta manera, la autoridad monetaria trató de explicar por qué la Unidad de Vivienda (UVI) lanzado a fin de marzo último era un instrumento atractivo para el ahorro ya que indexa por la inflación.

Sin dudas que es un ejercicio muy interesante, aunque habría que agregar a la performance de la Bolsa y otros activos bursátiles para hacer el mismo mucho más completo y elocuente de la realidad.

Ese ejercicio fue el que llevé a cabo para las inversiones en lo que va del año y pude comprobar que la Bolsa fue el único de los instrumentos que no ha defraudado a los inversores que buscaron una protección de la elevada inflación acumulada en los primeros siete meses del año. El gráfico es elocuente.

En lo que va del año, la tasa promedio de la Lebac a 35 días del BCRA fue de 33,8%, por lo que si hubiéramos invertido $ 10.000 a esa tasa promedio anual desde el 31 de diciembre hasta el 8 de agosto, nuestro capital hubiera sido de $ 12.012. Esto implica un retorno directo de 20,01% contra una inflación de 31% aproximadamente.

Si se hubieran invertido esos $ 10.000 en un plazo fijo, hoy se harían convertido en $ 11.553. Un retorno de 15,5%, la mitad de la inflación.

En el caso de la moneda extranjera, si comprábamos dólares con $ 10.000 al 31 de diciembre, hoy tendríamos 14,2% más de pesos.

Finalmente, si una persona hubiera invertido $ 10.000 en el índice Merval, hoy tendría $ 13.144, lo que implica un retorno nominal de 31,4%, mayor al 31% de inflación (y a cualquiera de las otras alternativas). Habría tenido un rendimiento real de sus ahorros y se podría comprar más bienes y servicios ahora.

¡La Bolsa ganó por goleada!

Cuando uno hace cuentas mentales, una parte muy pequeña de los ahorristas argentinos ha podido cubrirse con la Bolsa del castigo al poder adquisitivo que genera una elevada inflación. Pero la gran mayoría de los que tienen excedentes monetarios en concepto de ahorro desconocen al mercado de capitales como el camino adecuado para invertir.

¿Por qué invertir en Bolsa no es algo muy familiar para el argentino de a pie?

Dos cuestiones elementales. La primera es la falta de educación financiera. Quien no sabe qué instrumentos están disponibles para invertir, no puede determinar qué es lo mejor para sus ahorros. Hay mucho por avanzar en el campo de la adquisición del conocimiento por parte del ahorrista.

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