Los efectos de las modificaciones macroeconómicas que aplicó el Gobierno Nacional continúan reflejando resultados favorables para el sector agropecuario. Es que la eliminación de las retenciones para todos los cultivos, carnes y economías regionales y la reducción del 5% para la soja, en conjunto con la quita de los Registros de Operaciones de Exportación (ROEs) y la salida del cepo cambiario se transformaron en motivos más que suficientes para que el campo mostrara una vuelta de página luego de años en retroceso por políticas que no acompañaron. Al menos así lo señaló un informe del Senasa, que aseguró que las exportaciones de diversos cultivos y subproductos agrícolas “aumentaron considerablemente” durante el primer semestre del año en relación a la misma fecha del año anterior.
Los granos en alza
Con el trigo a la cabeza, los granos volvieron a ocupar el lugar central en los envíos internacionales, en un año en el que los productores mostraron su optimismo a través del crecimiento en la intención del área de siembra. En ese sentido, el cereal se destacó con un alza del 127% en los despachos, lo cual representa un total de 6.316.697 toneladas, cuyos principales destinos resultaron Italia y Estados Unidos, que en los primeros seis meses del año incrementó su participación en las compras del cultivo. Frente a este panorama, se espera que los productores apuesten fuerte en la campaña 2016/17, para la cual se estimaba una suba del 40% a principios de marzo pero que ya cayó al 20% como consecuencia de las malas condiciones climáticas.
En cuanto al maíz ? la estrella del nuevo ciclo ? , el informe resaltó que las exportaciones superaron las 11.011.178 toneladas, que se distribuyeron entre Sudáfrica, Egipto, Chile, Estados Unidos y Corea del Sur, donde las compras pasaron de 116.459 toneladas a 1.418.791 toneladas. En la segunda parte de 2016 se espera que la tendencia siga creciendo, a pesar de que la cosecha estadounidense sería récord según las proyecciones de los organismos oficiales.
Con respecto a la soja, se registraron importantes subas en el segmento de las harinas, que crecieron de 10.817.727 a 13.227.175 toneladas. Los envíos fueron principalmente a Egipto, Vietnam, Venezuela, Francia y Alemania. El aceite de oleaginosa, en tanto, ascendió a 2.558.769 toneladas, con compradores como Egipto, Bangladesh, Argelia, Malasia, Pakistán y la India. Las cifras son alentadoras para la industria, que gracias a las nuevas medidas liquidó divisas internacionales al mismo nivel que en 2014, cuando marcó picos históricos gracias a los buenos precios en Chicago.
El forraje de cebada, por su parte, escaló más del 1.000%, ya que se despacharon 1.360.096 toneladas al exterior, con Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos en los primeros lugares. En el caso del primero, la demanda se incrementó más del 1600% con ventas superiores a las 70.500 toneladas, mientras que el segundo se sumó como nuevo comprador con un total de 1.242.736 toneladas en lo que va del año.
