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¿El impulso del agro se apaga?

Un informe del Banco Ciudad mostró preocupación por la caída de exportaciones del sector.

01 agosto de 2016

por Mariano Cúparo Ortiz

Así como durante el primer trimestre, la prometida reactivación agraria ?quita del cepo y de retenciones, y devaluación mediante?, traccionó a la actividad del sector y morigeró la magnitud de la recesión provocada por la retracción del consumo interno, durante el segundo trimestre las exportaciones agrarias cayeron y dejaron de colaborar con el crecimiento, según el Banco Ciudad en su último informe semanal.

El fenómeno se explica, según el Banco Ciudad, además de por las lluvias de abril que aun complican a la actividad, por la tendencia a la baja en el precio de un dólar que se fue estancando en la comparación con la inflación, generando un claro y resonado atraso cambiario y por las menores necesidades de liquidez del sector, gracias a las fuertes liquidaciones del primer trimestre, cuando los productores se deshicieron de aquello que habían estado acopiando durante el anterior atraso cambiario, previo a la salida del cepo.

Los números

Así, en junio, la exportación de productos primarios cayó 10% (5% fue caída de precios y 5% fue caída de cantidades) en términos interanuales y las manufacturas de origen agropecuario cayeron 14% (justificadas totalmente por una caída en las cantidades, ya que los precios permanecieron invariables).

El caso de los productos primarios se explica por los menores despachos de soja y maíz que no lograron ser compensados por la mejora en el trigo. Y el caso de las MOA se justifica principalmente por la caída de las ventas de aceite de soja, aunque la mayoría de los sectores mostraron mermas.

En resumidas cuentas, tal como explica el Banco Ciudad en su informe, aunque el dato semestral es positivo gracias a las notables ventas de los primeros meses (las ventas del semestre fueron 6% mayores a las del mismo semestre del año pasado), en junio las exportaciones de productos primarios, sumadas a las de MOA, totalizaron US$ 3.658 M durante junio, lo que significa una caída del 12% con respecto a junio del 2015.

“En términos trimestrales, entre abril y junio se estabilizó el ritmo de crecimiento de los despachos al exterior de productos primarios y MOA, luego de mostrar un crecimiento notable durante el primer trimestre del año, mientras que, en el segundo trimestre del año, se observó una moderación en las cantidades despachadas al exterior”, sostiene el informe.

Así, siguiendo con la desagregación por trimestre, se ve que las exportaciones de productos primarios habían crecido durante el primer trimestre, en la comparación interanual, al 39%, mientras que las MOA lo habían hecho al 15%, con un dato interesante que es que lo habían hecho a costa de mayores cantidades (65% más de productos primarios y 43% más de MOA), ya que los precios habían caído al 16% en el caso de los primarios y al 19% en el de las MOA.

En contraste, durante el segundo semestre, los productos primarios cayeron en valor un 5% interanual, con un aumento de las cantidades del 3% y una caída de los precios del 4%; las MOA, por su parte, cayeron también 5%, también con una baja de precios del 4% y con un incremento de las cantidades de sólo el 1%.

La salida del cepo y su consecuente devaluación, junto a la quita de retenciones, que trajeron con ellas una caída del consumo interno, ya no trae consigo el beneficio intrínseco de las devaluaciones, que es potenciar las ventas externas. En términos cambiarios, para el campo el atraso ya es un hecho, como lo era hace seis meses.

Dentro de los sectores de actividad económica, la construcción y el agro capturan los principales retrocesos. Según Orlando Ferreres, en cuanto a la actividad agropecuaria, esta verificó una caída de 9,1% interanual en junio, acumulando una contracción de 8,7% en los primeros seis meses de 2016, resultado de una cosecha gruesa significativamente menor para esta campaña y del efecto cliclimático del “Niño”, que profundizó este resultado negativo”, dice el informe.

Si a este combo de caída del consumo interno por la alta inflación y caída en las ventas externas por el atraso cambiario y la acumulación de stocks del sector agropecuario se le suma la caída de la demanda de automóviles por parte de Brasil, da como resultado la actual recesión, de la que, siempre según lo que indica el informe, potencialmente se saldría con la reactivación de la obra pública y la construcción privada y la también potencial mejora de la actividad en el país vecino, que impulsaría a la actividad industrial.

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