El clima volvió a tomar protagonismo en el sector agropecuario luego de fuertes lluvias, vientos y granizo que dañaron seriamente las producciones de cítricos, en Entre Ríos, y de maní, en Córdoba.
En el primer caso, según la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier), el temporal provocó pérdidas del 50% en el noreste de la provincia. “En algunas quintas se vio afectada la cosecha de este año, mientras que en varias otras se verá condicionada la productividad del próximo”, explicó. Se trata de una de las peores noticias para la actividad, que durante el otoño tuvo que lidiar con las consecuencias de las inundaciones, que provocaron deterioros irreparables hasta hoy. “En un sector que venía con problemas económicos y excesos de lluvias, y una inminente amenaza fitosanitaria como el HLB, esta situación perjudica aún más a los productores”, señaló el organismo, que subrayó que los daños “son visibles y concretos: la totalidad de los mismos se verá en los próximos días cuando hongos y bacterias terminen lo que las piedras y el viento comenzaron”. En ese sentido, reclamaron la creación de un seguro multirriesgos.
En cuanto al maní, la Bolsa de Cereales de Córdoba confirmó que se perderán 80.000 toneladasen la campaña en curso, lo que representa el 10% de la producción total. Es que las precipitaciones propiciaron la aparición de moho interno y externo, algo que afecta la calidad de los cultivos. La recolección, asimismo, se encuentra retrasada por la fuerte humedad en los campos. “Las labores deberían haber concluido en junio, por eso esta es una de las peores campañas de los últimos cinco años para la provincia”, se lamentó la titular de la entidad, Silvina Fiant.
