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“Argentina tiene que lograr ser un país normal”

Sturzenegger disertó ayer en la UNLP.

19 agosto de 2016

Una voz poco escuchada desde lo individual, excepto cuando de vez en cuando presenta informes como el de Estabilidad Financiera o Política Monetaria, es la de Federico Sturzenegger, quien ayer hizo una excepción y habló durante la clausura de la 13º Jornada de Economía Monetaria e Internacional, organizada por la Facultad de Economía de la Universidad de La Plata, en la que alguna vez fue estudiante y también docente.

IPC o PIB

Sturzenegger hizo hincapié, en varias partes de su discurso, en la necesidad, para todas las economías, de no priorizar la posibilidad de un crecimiento rápido y cortoplacista en detrimento del objetivo de bajar la inflación, en línea con las que son las prioridades del BCRA desde que asumió su Presidencia.

En ese sentido, afirmó: “Una parte importante de la agenda de sostener una baja tasa de inflación requiere el entendimiento de que el compromiso a la reducción de la inflación no estará condicionado por urgencias políticas u objetivos de corto plazo. Aun si el BCRA tiene como objetivo tanto una baja inflación como un crecimiento económico vigoroso, condicionar la política monetaria a esto último es contraproducente porque la tasa de inflación será baja sólo si se entiende que el BCRA no sucumbirá ante objetivos cortoplacistas”.

Las políticas

Un punto en el que coinciden muchos economistas es en la necesidad, en una sociedad como la local, de complementar la política monetaria como única herramienta antiinflacionaria con otras como una política de ingresos, una política fiscal consistente y un acuerdo social con patronales y asalariados para frenar una inercia que lleva años por una expectativa alta de inflación.

A eso se refirió también Sturzenegger: “Resultan preocupantes los comentarios que sugieren o arrojan algunos colegas sobre que la política monetaria debería ser complementada por otros mecanismos. Según ellos esto permitiría reducir las expectativas de inflación, ayudando a la autoridad monetaria. Pero condicionar la baja de expectativas a políticas que no implementa el BCRA es, básicamente, pensar que el éxito de le entidad depende de políticas que quedan condicionadas por objetivos de corto plazo. En ese contexto es imposible coordinar las expectativas de una manera conducente y convincente de manera sostenida en el tiempo”.

Y es que para Sturzenegger no sirve pensar soluciones que tomen en cuenta las particularidades del caso argentino. “Es importante entender la no particularidad de nuestro proceso de desinflación. Argentina tiene que animarse a ser un país normal”, explicó.

Las expectativas

El banquero sostuvo que la clave es que exista un convencimiento de que la inflación será derrotada y que eso ocurrirá por el mercado monetario. “Ha sido típico para mí escuchar de los empresarios expresiones como 'tenía mis precios muy retrasados'. Son expresiones típicas de otro régimen en el cual los precios tenían una dinámica inflacionaria que luego terminaba siendo convalidada por las autoridades monetarias. Hoy se fijan objetivos de inflación y se usan todos los instrumentos para lograr esa meta. Incluso si eso implica fijar la tasa de interés en 38% por varios meses. En este nuevo régimen, la política monetaria no se acomoda a las expectativas de inflación sino que actúa para que las expectativas y las acciones de los agentes sean coherentes con los objetivos del BCRA”.

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