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Un nuevo tiempo para las autopartes

La media sanción de la ley de promoción del autopartismo desató el entusiasmo en el Gobierno y también en la industria automotriz.

01 julio de 2016

Pocas veces como en esta ocasión una ley de fomento sectorial reúne tanto consenso, no sólo de los interesados directos, sino también en todo el arco opositor y el oficialismo encolumnado con la iniciativa del Poder Ejecutivo. El propio ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, señaló que la industria automotriz “es una industria madre”, que involucra a la metalmecánica, acero, plásticos, neumáticos, etc.

“Dimos un gran paso para generar más oportunidades y empleos de calidad en la industria automotriz-autopartista, clave para el desarrollo productivo argentino”. En este sentido, el titular de la cartera productiva, consideró que se apunta a “generar 28.000 puestos de trabajo”. El proyecto de Ley Autopartista Nacional fue presentado por el presidente Mauricio Macri, tomando una iniciativa original del diputado Oscar Romero, dirigente del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) y titular del bloque Justicialista.

Cabrera recordó que “la industria automotriz-autopartistista es un pilar fundamental del Plan Productivo Argentino, y queremos que sea eje de la transformación y el crecimiento”, al explicar que la producción de automóviles, y toda la cadena de valor que contempla, es una de las principales actividades manufactureras de la Argentina.

Inversiones

El proyecto pretende que las empresas radiquen sus inversiones en el país, generen empleo y logren desarrollar una red de proveedores nacionales, al tiempo que impulsa que las terminales proyecten su crecimiento en el mercado argentino como plataforma productiva global.

“Este proyecto también apunta a generar más inversiones que aumenten los componentes nacionales en la producción automotriz, fundamentales para la cadena de valor del sector”, cosideró el ministro. El principal mecanismo de incentivo es la entrega de un bono electrónico de crédito fiscal que puede utilizarse para el pago de impuestos nacionales por un monto proporcional al valor de compra de autopartes locales. Además, por cada punto de incremento en la integración nacional el beneficio aumentará 0,6 puntos.

En la actualidad se calcula que los vehículos fabricados en el país tienen el 22% de componentes nacionales. La nueva ley establece que las terminales automotrices y pymes que produzcan con más del 30% de integración local, recibirán una ayuda fiscal que va del 4 al 15% del valor de las partes y piezas adquiridas en el país. Pero para obtener este beneficio, deberán cumplir, además del requisito del 30% de integración, con ser plataformas exclusivas Mercosur y que sean autos que las terminales decidan producir sólo en Argentina. También se establece la reducción de derechos de importación con origen extrazona (D.I.E) al 0% para operaciones destinadas a la compra de moldes y matrices.

En referencia al proyecto el ministro Cabrera consideró que “es central para el crecimiento argentino y un fuerte dinamizador de inversiones, exportaciones y generación de más y mejor empleo para las pymes”.

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